Por la libre

Las ocurrencias de Figueres

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Nuestra clase política ya era lo suficientemente deprimente como para que volviera al ruedo la figura de José María Figueres. Dejemos de lado los cuestionamientos que aún lo persiguen por su asesoría millonaria a Alcatel, y que dieron al traste—luego de meses de tanteos en las encuestas—con su aspiración de volver a Zapote en el 2014. Muchos pensamos—sí, me incluyo—que luego de casi una década de autoexilio, Figueres iba a regresar a Costa Rica con ideas innovadoras y a levantar un poco el magro nivel del debate político que tenemos. Cajita blanca.








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