En el blog de esta semana quiero hablarles sobre el sodio y la hipertensión arterial, esta es una enfermedad que padecen muchas personas alrededor del mundo a veces sin saberlo y que trae graves consecuencias si no es tratada.
Cuando se es hipertenso, la sangre de las personas viaja por las arterias a una presión mayor que la deseada para la salud. Una tensión arterial típica normal es de 120/ 80 mm Hg, lo que significa que el corazón ejerce una presión máxima de 120 mm Hg durante la sístole o fase de bombeo, y que el corazón en reposo, en fase diastólica o de relleno tiene una presión de 80 mm Hg.
La tensión arterial se determina por la cantidad de sangre que circula y el calibre de las arterias por las que circula la sangre. En general, cuanto más volumen de sangre circulante y cuanto menor el diámetro por el que circula ese volumen, mayor es la tensión arterial.
Cabe señalarles que los riñones son los encargados de controlar el volumen de agua circulante y la cantidad de sodio que contiene el cuerpo. Cuanto más sodio hay en el cuerpo, más agua se retiene en la circulación y más puede aumentar la tensión arterial, lo cual a su vez puede aumentar la tendencia de las arterias a hacerse más estrechas.
Numerosos estudios demuestran que reducir la cantidad de sodio en la dieta reduce la presión arterial. La sal es necesaria en el organismo en pequeñas dosis, pero si se sobrepasa la cantidad adecuada se puede producir retención de líquidos y aumento de la presión de las arterias.
El sodio es un mineral que el cuerpo utiliza para regular la presión arterial y el volumen de la sangre, también para la contracción de los músculos y la conducción de impulsos nerviosos. El sodio es un nutriente que necesitamos para vivir.
Al día solo se requiere una pequeña cantidad de sodio y el problema es que la mayoría de las personas abusan de este mineral. La Asociación Americana para el Corazón recomienda consumir menos de 1,500 mg de sal al día para personas con problemas del corazón. En personas sanas la recomendación es de 2300 mg de sodio al día (1 cucharadita de sal.
El sodio no sólo es sal
Usted podría estar relacionando el sodio con la sal, sin embargo la recomendación de reducir el consumo de sodio no hace referencia únicamente a la sal, también se encuentra en las levaduras, snacks, quesos, embutidos, enlatados, condimentos, sopas de sobre o paquete y comidas fuera de casa.Por ello, aprenda a reconocer el sodio en sus diferentes formas: los ingredientes en un producto se encuentran en listados de manera descendiente según el contenido en el alimento, es decir el primero que aparece es el que se encuentra en mayor cantidad.
Cuando la sal o ingredientes con la palabra “sodio” se encuentran dentro de los tres o cuatro primeros ingredientes es probable que se trate de un producto alto en sodio. Para estar seguro también puede revisar la etiqueta nutricional.
Recomendaciones
- Busque los productos reducidos en sal o sin sal.
- Compre vegetales y frutas frescas o congeladas, así como los granos y carne frescas y no enlatadas. Estos alimentos por lo general contienen mucho menos sodio.
- Usted puede reducir la cantidad de ingredientes altos en sodio (sal, bicarbonato de sodio) en la mayoría de las recetas utilizando la mitad o eliminándolos por completo. Utilice menos sal cuando cocine y no use el salero en la mesa.
- Para aumentar el sabor de las comidas utilice jugo de limón, hierbas aromáticas, ajo fresco, o polvo de ajo o cebolla.
- Utilice especias naturales para darle sabor a la comida.
- Pida a los que cocinen sus comidas que le ayuden a no usar sal. Es posible que ellos mismos se beneficien.
- Prefiera las ensaladas básicas (sin aderezos empacados) y pida aceite de oliva y vinagre para evitar ingredientes altos en sodio o haga un aderezo casero!
- Evite abusar de carnes saladas o ahumadas, como el jamón, embutidos, etc.