Los padres de familia tenemos una gran responsabilidad de desarrollar hábitos saludables en los niños que son nuestro futuro.
Un estudio del 2010 de la Organización Mundial de la Salud, señala que entre el 70% y el 80% de los niños que son obesos en su infancia lo seguirán siendo en su etapa adulta. Esta cifra es alarmante al sumarse al 21.4% (que menciona el mismo estudio) de los niños entre 5 y 12 años en Costa Rica que tienen problemas con su peso, cifra más alta en Centroamérica.
Cuando se escucha hablar de alimentación saludable no se refiere solamente al consumo de frutas y verduras. Se refiere a la combinación de alimentos variados ricos en nutrientes, vitaminas y minerales en las cantidades apropiadas para cada persona.
Es importante desde temprana edad compartir y educar a los niños en temas de nutrición y alimentación como herramienta preventiva de posibles enfermedades y promocional en el cambio y formación de conductas relacionadas con la adopción de hábitos alimentarios saludables y formadores de adultos sanos.
Muchas tradiciones culturales y familiares giran en torno a la preparación y el disfrute de la comida. Sin embargo, a veces puede ser difícil mantenerse al tanto de la nueva información nutricional, honrar sus tradiciones familiares en torno a la comida, satisfacer las preferencias de sus niños y servir platos saludables y bien equilibrados.
Estos consejos le ayudarán a promover hábitos de alimentación saludables.
- Vaya al supermercado con los niños y permítales escoger las meriendas, frutas, verduras y alimentos de su preferencia; siempre con su guía y ejemplo.
- Instrúyase en la lectura de las etiquetas e ingredientes para escoger los que aportan más nutrientes, menos grasa saturada o trans y un equilibrio calórico adecuado.
- Revise los ingredientes en los productos que compra, estos van en orden de mayor a menor cantidad.
- Nunca ofrezca alimentos como recompensa de buen comportamiento. Tampoco los clasifique como alimentos buenos o malos, pues lo que se debe hacer es educar con los mejores alimentos para consumir con mayor frecuencia.
- Incluya al niño en la preparación de las meriendas.
- Las meriendas deben ser pequeñas, pues las porciones son para niños.
- Incluya comidas con colores, entre más colores más variedad de nutrientes.
- Combine texturas y formas, por ejemplo algo crujiente con algo suave, o el mismo alimento cortado con una forma diferente ayuda a despertar el interés en los niños.
- Realice una combinación de dos o más grupos de alimentos, así garantiza que sea una merienda equilibrada.
Referencias
Macias A. I, Quintero M. L, Camacho E. J, Sánchez J. M. La tridimensionalidad del concepto de nutrición: su relación con la educación para la salud. Rev Chil Nutr 2009; 36: 1129-35. 4. Ortiz A. S, Vázquez V, Montes M.
Tojo R, Leis R. Alimentación del niño escolar. Manual práctico de nutrición en pediatría. Ergon, Madrid, 2007.
Moreno J. M, Galiano M. J. La comida en familia: algo más que comer juntos. Acta Pediátr Española 2006; 64: 554-8.