Con frecuencia compro capuccinos entre sesiones de coaching; a mí me encanta el café y ese lugar es delicioso. Pero a una de las cafeterías que con frecuencia voy, los dependientes pasan jugueteando con sus teléfonos más que atendiéndolo a uno. Mientras trabajan, simultáneamente “twittean” o no quieren despegar los ojos de la pantalla debido a que están en medio de algún jueguito.
Con mi anécdota comprendo y me solidarizo con la preocupación que tienen muchos gerentes o dueños de empresas respecto al uso irrestricto del Internet y el impacto en la productividad de sus empleados.
Los estudios parecen coincidir, consistentemente, que los medios sociales bien utilizados, aumentan la productividad en las empresas.
Debemos aceptar, sin embargo, que trabajar con la sobrecarga de información que tenemos hoy, requiere una enorme disciplina. El multi-tasking disminuye la productividad, afecta la creatividad y hace a la gente más ansiosa y adicta. Y esto, es un hecho real para el muchacho de la cafetería, como para el gerente de ventas de su empresa, para su hijo pequeño, como para cualquier CEO.
Mientras casi todas las compañías usan la tecnología hoy, muy pocas se benefician de obtener todo el potencial que las tecnologías pueden contribuir.
McKinsey Global Institute (MGI por sus siglas en inglés) encontró que el mayor potencial de las empresas, está en usar las herramientas que proveen las redes sociales, con la intención de diseñar procedimientos para mejorar la comunicación, compartir el conocimiento, la experiencia y la colaboración. Según MGI, implementar de lleno las tecnologías de esta forma, puede significar un aumento en la productividad, entre un 20 a un 25%, de los empleados de alto nivel, como gerentes y profesionales técnicos.
En promedio cada trabajador invierte un 28% de su tiempo revisando su email y un 20% de su tiempo buscando información o a un colega que lo ayude con una tarea específica.
Cuando las empresas usan las redes sociales internamente de la forma descrita arriba, los mensajes se comprimen. Contar con un programa que permita buscar conocimiento creado por la empresa, resulta en una buenísima inversión. Usted puede reducir hasta en un 35% el tiempo que los empleados invierten buscando información que se encuentra en “algún lugar de la empresa” como un acuerdo de confidencialidad o el calendario corporativo.
El común denominador para mejorar la productividad por medio del uso de herramientas tecnológicas es que todas las empresas que quieran beneficiarse de su uso deben transformar estructuras, procesos y cultura.
De acuerdo a los expertos, crear estas condiciones culturales en las organizaciones, puede ser mas difícil que implementar la tecnología. Condiciones culturales organizacionales en las cuales los empleados compartan lo que piensan sin temor, sabiendo que sus contribuciones individuales serán valoradas y respetadas, no es fácil. El aprovechamiento al máximo del uso tecnológico se da en culturas abiertas, no en las jerárquicas.
Existen también medidas de control para monitorear el tiempo de sus empleados a nivel individual durante la fase de transición. Joe Hruska fundó una empresa que desarrolló un software para medir la productividad basado en el tiempo que una persona pasa en el computador, llevando un récord de lo que hace cada persona frente al computador. Su conclusión es que el empleado promedio no tiene 8 horas productivas sino aproximadamente 6. Cuando al persona sabe que se le sigue un registro de su uso de el tiempo, la productividad aumenta en 10%.
Dos estudios recientes, señalaron una correlación entre productividad, retención y conectividad digital en empresas europeas de tecnología. Uno de los estudios se llevó a cabo por el profesor Joe Nanchakumar, en Warwick Business School que estudió el fenómeno en empresas en UK, Finlandia y Alemania.
La idea que ha difundido el profesor Nanchakumar luego de estudiar ese grupo de empresas, es que usted como gerente debe aprender a integrar los sistemas para que sean más enfocados en las interacciones y alrededor de las personas.
Entonces, es posible que su empresa permita el uso de las redes sociales y aumente la productividad de sus empleados. Pero no será un resultado automático; la productividad aumentará solo si usted diseña simultáneamente una cultura corporativa más abierta, más horizontal en donde se fomente la confianza y el aprendizaje. Es necesario tener empleados motivados que tengan claridad sobre el objetivo explícito de cómo el uso y manejo de las redes sociales puede facilitarles ser mejores en su trabajo. Y en la casa mía y en la suya si hay niños, ahora que lo pienso, no es tan distinto.
Mi hijo de 9 años puede usar el iPad para leer, aprender o solo matar el tiempo. La solución por más que me tiente porque sería la más fácil, no es la prohibición total.
Los niños que logren administrarse a sí mismos con disciplina para enfocarse en la realización de sus tareas, aún teniendo todos los recursos tecnológicos a su alcance, independientemente de la supervisión que tengan, serán los líderes de las organizaciones mañana…