APM Terminals, empresa encargada de la construcción y operación de la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM), cuenta con una oficina en funcionamiento en el centro de Limón.
Cinco funcionarios, incluyendo a Rogelio Douglas, gerente general de APM Terminals Moín, se encargan desde esta “base de campo” de las tareas de relaciones publicas, coordinación y desarrollo de los estudios ambientales y de suelos; así como en la puesta en marcha de la estrategia de responsabilidad social corporativa.
“Esto le demuestra a las personas de la comunidad limonense que este proyecto es real. A los largo de los años a la provincia se le han hecho promesas que no se han materializado, pero este proyecto es muy real ”, aseguró Paul Gallie, director gerencial de APM Terminals en Costa Rica.
La compañía, que forma parte del grupo A.P. Moller-Maersk Group, echó a andar también una estrategia para construir sus relaciones con la comunidad limonense.
El primer paso fue la firma de un acuerdo con el Ministerio de Educación y la Fundación Quirós Tanzi con el cual se iniciará el programa “Una computadora por niño” en la Escuela de Moín , colindante con el sitio de construcción de la TCM. La inversión alcanzará los $50.000.
“El énfasis estaré en salud, educación y el ambiente, no solo desde un punto de vista filantrópico”, comentó Gallie.
Largo camino
El pasado 6 de agosto el Tribunal Contencioso Administrativo rechazó las demandas del Sindicato de trabajadores de Japdeva y la Cámara Nacional de Bananeros (Canaba) en contra de la concesión.
El fallo elimina el último obstáculo para la mayor concesión en la historia de Costa Rica.
La TCM, que representa una inversión que ronda los $1.000 millones, tendrá seis puestos de atraque, 13 grúas pórticas, y capacidad para atender barcos con 12.000 contenedores cada uno.