La suspensión a la importación de aguacate desde México encendió la guerra entre el Ministerio de Agricultura (MAG) y el de Comercio Exterior (Comex).
En la batalla de la semana pasada, el jerarca de Comex, Alexander Mora, salió en defensa de su parcela.
Acuerpó las potestades legales que le daban derecho a asumir un rol protagónico en el proceso previo a la decisión del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) de cerrar la frontera a la importación de aguacate mexicano.
Ese fue el estallido de un conflicto que se olía en el ambiente desde hace varios meses.
Las primeras señales se dieron cuando el Gobierno anunció planes para privilegiar el consumo de productos alimentarios locales antes que los importados.
Mora ya había advertido que Comex no estaba de acuerdo con el proyecto de reforma para elevar a rango constitucional la soberanía alimentaria, un plan que tiene en mente el MAG.
Y de igual forma advirtió que el Comex estaría anuente a defender el privilegio a la producción nacional por encima del consumo de bienes importados siempre que las acciones del Gobierno para ejecutar esa política no violentaran normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que Costa Rica adhirió a su legislación.
En el caso del aguacate, el ministro dejó ver que varias de esas reglas no se respetaron.
Cambio de posición
La queja implicó un giro en la posición de Comex.
En el pasado esa cartera no emitió críticas cuando el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) decidió aplicar una salvaguardia para limitar la importación de arroz pilado desde Argentina y Uruguay para proteger la producción nacional.
Ahora, sin rodeos, Mora reconoce que en el caso particular de la importación de aguacate Comex fue tomado en cuenta tarde, hasta que los reclamos mexicanos empezaron a hacerse con más fuerza.
Por esto, el jerarca exigió a su par del MAG, Luis Felipe Arauz, que en el futuro se dé la participación de Comex desde el principio, cuando el SFE evalúe frenar la importación de productos, con el propósito de determinar si una medida de ese tipo es proporcional al riesgo existente.
Las normas, dijo, obligan a Comex a buscar otras medidas con la contraparte antes de ordenar el cierre de fronteras a un producto, pero al inicio del proceso.
EF intentó conocer el criterio del jerarca del MAG, Luis Felipe Arauz, sobre lo señalado por Comex, pero la oficina de prensa de esa entidad no contestó la solicitud de entrevista.
Alerta de daños
Por su parte, Fernando Ocampo, exviceministro de Comex, afirmó que los errores cometidos en el proceso de cierre de fronteras al aguacate podrían dañar el intercambio comercial del país, pues es esperable que socios comerciales como México apliquen medidas de restricción al comercio similares a las que Costa Rica puso en marcha, punto en el que coincide Mora.
Ocampo destacó que hasta ahora no queda claro el sustento técnico del cierre de fronteras, por lo que está latente la posibilidad de una denuncia ante la OMC.
La Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos de Costa Rica (CEIPPCR) afirma que tales bases técnicas no existen y que la prohibición para importar aguacate es una medida política para beneficiar la producción nacional.
Un criterio similar es el de la organización Consumidores de Costa Rica, que acusó al Gobierno de usar al SFE para evitar el ingreso de alimentos para privilegiar a la producción local, más cara, en perjuicio del consumidor y de los importadores.