Una propuesta de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) pretende transformar el cálculo de la tarifa eléctrica residencial. Se crearían cobros diferenciados para cinco grupos de usuarios, ordenados a partir de su consumo.
El propósito, asegura la Autoridad, es que los usuarios que más consumen paguen más, y que las familias de bajo consumo tengan tarifas más bajas. También sostiene que, con el ajuste, el 65% de los hogares vería una caída en las tarifas; que incluso son los que usan menos energía.
La propuesta se analiza con las ocho empresas distribuidoras y tiene buen ambiente, pese a un grupo de dudas y sugerencias . De aplicarse, impactaría a más de 1.479.000 servicios residenciales y renovaría la metodología de cálculo por primera vez en 25 años.
La propuesta
Como usuario, su tarifa de electricidad depende de la cantidad de kilovatios hora (kWh) que consuma por mes. En el país, el promedio del consumo mensual residencial es de 209 kWh.
Los cálculos de las tarifas dependen de la empresa que brinda el servicio, pero la metodología es casi la misma. En el ICE, los usuarios pagan un cargo fijo de ¢3.081 al consumir entre 0 y 40 kWh.
Si un usuario consume entre 41 y 200 kWh se le cobran ¢77,02 por kWh. Empero, si consume más de los 200 kWh, cancela los primeros 200 kWh al precio del primer bloque (¢77,02) y los restantes a un precio de ¢138,82.
Aresep considera que esos grupos carecen de justificación y no promueven el ahorro. Su propuesta es crear límites de consumo y cinco bloques de usuarios (distintos para cada empresa), a partir del consumo reportado.
“La metodología actual no permite la eficiencia: a usted debe ‘dolerle’ más consumir 210 kWh y no 200 kWh. Con el nuevo sistema lo que se busca es que si usted consume más de 200 kWh, pague todo como si fuera de un segundo bloque”, explica Roberto Jiménez, regulador general.
Así, un usuario de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) que consuma entre 0 y 190 kWh pertenecerá al bloque número uno, si consume entre 191 y 265 kWh pertenecerá al bloque número dos: así, hasta llegar al bloque cinco, donde están quienes consumen más de 526 kWh.
Conforme se avance entre bloques, los usuarios encontrarán tarifas cada vez más altas.
Con la propuesta, los dos primeros bloques (dos tercios de los usuarios) tendrían una tarifa igual o menor a la actual. Los bloques tres, cuatro y cinco verán distintos aumentos, pues la Aresep pretende que las empresas mantengan sus ingresos.
En la CNFL, por ejemplo, un cliente que hoy consume 100 kWh pasará de pagar ¢6.222 a cancelar ¢5.232. Quien septuplique ese consumo (700 kWh ) pasará de pagar ¢61.472 a ¢70 .923. Lo anterior sin incluir los cobros adicionales como el alumbrado público, el costo variable de combustible y el tributo a Bomberos.
La idea, dice Jiménez, es otorgar un incentivo a la eficiencia, y que quienes estén en el borde entre un bloque u otro, opten por gastar un poco menos.Bajo la lupa
Las empresas distribuidoras ven positivamente la propuesta, pero tienen dudas y sugerencias.
Francisco Garro, gerente de Administración y Finanzas del ICE, dijo que mantendría los cinco bloques, pero con diferentes tarifas. Afirma que los cobros para usuarios de cero consumo no pagarán lo suficiente para cubrir los costos mínimos de comercialización y que consumos mayores de 1.500 kWh recibirían una disminución de más del 10% de la tarifa, que no incentivaría el ahorro.
En la CNFL enviaron una lista de dudas sobre la propuesta y en Jasec (Cartago) la ven “con buenos ojos”, aunque creen que perjudicaría a quienes están en los límites entre bloques, cuando vean su tarifa eléctrica subir hasta en un 20%, de un mes al otro.La Empresa de Servicios Públicos de Heredia la valora positivamente, pero tiene dudas sobre lo que pasaría con sus ciclos de lectura. Leen manualmente el consumo de usuarios cuando han pasado entre 27 y 33 días. ¿Qué sucede si alguien sube de bloque porque leyeron el medidor el día 33, en lugar del 27?, preguntan.
Son cuestiones que afinarían la propuesta. Todas las empresas enviaron observaciones y se espera que en los próximos dos meses se llegue a un acuerdo final, que pasaría a consulta pública.