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La deuda pública española creció el 7,12 % a marzo de 2014 y alcanzó los 989.925 millones de euros (1,3 billones de dólares).
El Banco Central Europeo (BCE) revisó este jueves a la baja sus previsiones de inflación y de crecimiento de la zona euro para este año.
La institución vaticina una subida de precios del 0,6% este año, frente al 0,7% precedente, y mantiene sin cambios las previsiones para 2015 y 2016 en 1,1% y 1,4% respectivamente.
También revisa a la baja las previsiones de crecimiento para 2014 y 2015, al 0,9% y 1,6% respectivamente, y las mejora para 2016: 1,9%.
"Todas las informaciones cifradas que tenemos en agosto (...) sobre el crecimiento y la inflación han mostrado que la recuperación económica perdía fuerza", dijo el presidente Mario Draghi en una conferencia de prensa al termino de la reunión del consejo de gobernadores en la que decidió rebajar la tasa principal del 0,15% que regía desde junio, al 0,05%.
En la eurozona, el crecimiento se estancó en el segundo trimestre y la inflación cayó al 0,3% interanual, muy lejos del 2% de referencia de la institución, alimentando los temores de deflación.
"Vamos a concentrarnos en particular en las posibles repercusiones de la desaceleración del crecimiento, de los acontecimientos geopolíticos, de las variaciones de las tasas de cambio y de la transmisión de nuestras medidas de política monetaria", dijo Draghi.
El presidente del instituto emisor advirtió, no obstante, que la política monetaria sola no bastará para superar los problemas, pues se necesita crecer. "Cada cual debe hacer su trabajo", dijo, en referencia a las políticas presupuestarias y las reformas estructurales que cada país debe llevar a cabo.
