Un crecimiento económico del 4% o 5% para América Latina es cosa del pasado. Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para la región, aseguró que Latinoamerica no volverá a tener tasas de crecimiento como las que tuvo en la última década.
De acuerdo con de la Torre, aquellos factores que llevaron a vivir la mayor bonanza económica de la región no se volverán a repetir, entre ellos, tasas de interés muy bajas y una China creciendo a niveles tan positivos.
En el mejor de los escenarios, el economista pronóstica un crecimiento máximo de hasta un 3%, supeditado a reformas económicas vigorosas por parte de los gobiernos de la región.
Para este 2014, el organismo internacional pronostica una tasa de 1,2% promedio de crecimiento, con un repunte de 2,2% en 2015.
De la Torre fue claro, que a nivel de países, las región vive una total heterogeneidad en sus economías, pues no se puede llegar a afirmar que todos los países están creciendo a ritmo bajos, ni se puede afirmar cuáles economías ya han tocado fondo.
A la fecha, Panamá, Bolivia y Colombia son los únicos países en América Latina que registran un crecimiento por encima del 5%. Para Costa Rica, por ejemplo, el organismo internacional estima un crecimiento del 3,7% para el 2014, con pronóstico al alza para el 2015 y 2016, con tasas del 4,3% y 4,6% respectivamente.
"América Latina está en plena desaceleración, no podemos afirmar sin embargo, que el nivel de crecimiento está en su punto más bajo ni a qué tasa de crecimiento nos vamos a recuperar. Vemos economías como las de Argentina y Venezuela que se están contrayendo, y un Brasil que apenas y crece; países de los que depende la región para impulsar sus niveles de crecimiento", comentó el economista en conferencia de prensa.
Tensiones futuras
"Con este nivel de crecimiento, los países podrían tener dificultades para mantener las conquistas sociales de la última década".
Según Augusto de la Torre, las tasas de crecimiento bajas a nivel regional traerán consigo tensiones a nivel de países, pues los gobiernos se deberán exigir la construcción de políticas contra cíclicas, sin afectar su programas sociales.
"Hablamos de tensiones en el largo plazo sobre la relación entre crecimiento y equidad social. Poner en marcha acciones para elevar el nivel de crecimiento económico de un país pero sin que la desigualdad los afecte; ahí es donde está el éxito y el reto", agregó el especialista.
A su crieterio, existen dos factores macroeconómicos que inciden directamente en el tema de desigualdad: empleo y salarios reales, ambos dependientes al 100% del nivel en que un país crezca.
"El crecimiento de la productividad debe ir acompañada de un aumento en la calidad de la educación, y eso a su vez, dependerá de un aumento en la trabajadores con mayores destrezas. Lo que importa para la equidad, es la continua formación de habilidades", reiteró.
Empero, la tensión se podría alivianar en la medida en que los gobiernos, además, no caigan en la tentación del sobreendeudamiento.
"Los países deben aprender a hacer todos sus ajustes fiscales sin sacrificar programas sociales, por ejemplo".