La Contraloría General de la República (CGR) urgió, este lunes, una reforma en materia de empleo público, pues el presupuesto en remuneración para el primer semestre del 2015 aumentó en un 7,4% con respecto al mismo periodo anterior.
Son "incrementos altos dados los bajos niveles de inflación actuales, evidenciando la problemática de carácter estructural de dicho rubro", indica el informe Evolución Fiscal y Presupuestaria del Sector Público.
Este gasto representa el 8,8% del Producto Interno Bruto estimado para el 2015.
El Gobierno Central y las instituciones descentralizadas presentaron los mayores aumentos, con variaciones del 9,5% y el 9,1%. Las que menos crecieron fueron las empresas públicas, con un aumento del 1,1%.
Esto sucede en un momento en que las finanzas del Estado continúan en debilitamiento con un déficit que alcanzará el 5,9% del PIB este año.
Algunas instituciones financieras también han logrado reducir el ritmo de ese aumento mediante la implementación de salarios únicos. En el Banco Nacional, por ejemplo, quienes entran en esta modalidad ganan hasta un 38% menos que quienes aún se mantienen en el régimen de incentivos.
"Es urgente un mayor compromiso y acuerdos para lograr los acuerdos necesarios para efectuar las reformas pertinentes, en materia de empleo público", agrega el documento de la CGR.
Sistemas complejos
La tendencia al aumento se mantiene en la mayoría de instituciones, algunas con incrementos mucho más elevados.
Es el caso de la Universidad de Costa Rica. Solo en incentivos salariales, el ente estatal gastó un 11% más que en mismo periodo del 2014. En cuanto a remuneraciones básicas, solo creció en un 3%; el ritmo de los incentivos le saca ventaja a un ritmo cuatro veces mayor.
Para la mayoría de las instituciones se repite este mismo patrón en el que los incentivos crecen más que los salarios base.
"Si se comparan dos puestos iguales, con un salario hipotético de ¢100.000, uno con una anualidad del 3% del salario base y otro sin anualidad, al cabo de 30 años el salario con anualidad alcanzaría la suma de ¢242.726 mientras que el otro se mantendría igual, es decir, habría aumentado 2,4 veces gracias al efecto de la antigüedad", explicó la CGR.
Ahora las instituciones como la UCR deben buscar formas de variar sus propias políticas de aumentos y anualidades, un complejo proceso que requiere negociaciones, pero que es urgente para sanear las finanzas del Estado.