Debilidades de control en la operación de las loterías, ausencia de pruebas en su infraestructura tecnológica, disminución de utilidades a distribuir e incumplimiento de las metas son algunos de los problemas que halló la Contraloría General de la República en la fiscalización que hizo a la Junta de Protección Social (JPS).
De acuerdo con uno de los informes del ente contralor, la JPS evidencia debilidades en el control del proceso de devolución de la lotería tradicional no retirada de las agencias bancarias, así como la inexistencia de acuerdos de confidencialidad para el manejo de los archivos digitales de las artes gráficas que se emplean en la impresión.
También la Contraloría subraya que no se han realizado pruebas de la infraestructura tecnológica crítica, a nivel del ambiente productivo, ni capacitaciones al personal partícipe de ese proceso.
Menos utilidades
El informe que divulgó este jueves la Contraloría, describe que hubo una disminución de las utilidades netas a distribuir por la JPS.
En el caso de la Lotería Nacional, este rubro pasó de ¢22.400 millones en el 2012 a ¢15.400 millones en el 2013, en tanto la Lotería Popular (Chances) pasó de ¢9.200 millones en el 2012 a unos ¢7.700 millones en el 2013, lo que implicó una disminución por concepto de ambas loterías de ¢8.500 millones.
Además, se determinó que en el período 2009-2013, los gastos administrativos y de comercialización asignados a las loterías Nacional y Popular se incrementaron, lo que significa que cada vez dichos rubros consumen más de los ingresos generados por la venta de dichas loterías.
No se han realizado evaluaciones para medir el impacto económico generado por el inicio del proceso de desconcentración en el año 2009, con la apertura de sucursales en Cartago, Alajuela, Heredia y Pérez Zeledón, en el que se ha invertido la suma de ¢616,61 millones.
La Contraloría instruyó a la institución para que analice todos estos hallazgos y haga recomendaciones de mejora.