El informe “Perspectivas económicas de América Latina 2014”, de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), desnudó los pecados de Costa Rica en cuestión de logística.
Son pecados que se vuelven mortales debido a la alta sensibilidad al paso del tiempo que tienen las exportaciones locales.
En sus páginas, el informe, reseña que el país está entre los últimos países (11 de 19) en desempeño logístico por la mala infraestructura vial, que incrementa los costos de producción.
El rezago costarricense ya no es solo con respecto a Latinoamérica, pues en el istmo Panamá y Guatemala obtienen mejores calificaciones. En el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) reconocen el reto grande de remediar la calidad de la infraestructuras con las armas actuales.
La apuesta del Gobierno para intentar una mejora en las vías es un proyecto para transformar el polémico Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) en el Instituto Nacional de Infraestructura.
Este es un plan que apenas toma forma y que sería presentado en las próximas semanas a la Asamblea Legislativa.
Alternativas para mejorar
Lo más probable es que el proyecto tome fuerza a partir del 1° de diciembre, cuando el Parlamento entre en el periodo de sesiones extraordinarias y el control de la agenda esté en manos de Casa Presidencial.
Mauricio González, viceministro de infraestructura del MOPT, afirmó que mientras los aires de cambio llegan al Conavi, el Gobierno pretende acelerar la ejecución de las obras que dejó financiadas la administración pasada con más de $1.000 millones en créditos con el exterior.
Exportaciones en peligro
El informe sobre desempeño logístico, que la Cepal preparó junto con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), indica que la mayoría de las exportaciones locales son sensibles al tiempo y, por lo tanto, requieren de una alta intensidad logística que Costa Rica no ofrece a los productores. gráfico “El tiempo es vital”.
El viceministro González aseguró que la estrategia para paliar ese problema se basa en visitar todas las regiones para enterarse de las necesidades a nivel de infraestructura que tienen los cantones.
Empero, la obtención de esa información será más rápida que los procesos de contratación que realizará el Conavi para reparar las rutas por donde se mueve la producción agrícola y parte de la industrial, lamentó González.
La figura de la concesión de obra pública es trascendental para el MOPT en el objetivo de mejorar la calidad de la infraestructura vial.
El viceministro de infraestructura comentó que cuando se concrete la transformación del Conavi, el Instituto Nacional de Infraestructura será la nueva entidad encargada de las funciones del actual Consejo Nacional de Concesiones, en un intento por agilizar y hacer más transparente la asociación público-privada para desarrollar obras de infraestructura urgentes para el país.
El Gobierno respalda un proyecto de ley para que las grandes obras públicas se financien a través de fideicomisos que se nutran con el aporte de las instituciones del Estado, fondos de pensiones complementarias y ganancias de entidades autónomas, entre otras fuentes.
No obstante, este proyecto apenas está en la etapa de consultas en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso y todo apunta a que seríaobjeto de un nuevo texto cuando ingrese a la etapa de mociones.
Radar más fino
Ante ese sombrío panorama en el ámbito de la infraestructura vial, la recomendación de los expertos en competitividad es que el Gobierno enfile sus baterías hacia otras áreas.
Emmanuel Hess, director de la Fundación Georgia Tech, que asesora al Gobierno, recomendó mejoras en el área aduanera y en simplificación de trámites para hacer más llevadera para los empresarios la carga del transporte Asimismo, recomendó a los empresarios acudir a la innovación logística para reducir costos.
Pero por encima de todo, para Hess es imperativo que el país mantenga en su radar lo que los otros países de Centroamérica realizan en materia de infraestructura.
Esto, explicó, con el fin de que el rezago existente no aumente todavía más en clara amenaza a la competitividad del país en la atracción de inversión externa.