El ministro ruso de Agricultura, Nicolai Fiodorov, anunció que el Gobierno tendrá que destinar unos 13.000 millones de euros (alrededor de $17.000 millones) hasta 2020 para el sector agroalimentario debido al embargo decretado por Moscú en respuesta a las sanciones occidentales por la crisis ucraniana.
De la suma calculada por el ministerio sobre la base de un escenario "relativamente optimista", a partir de 2015 se necesitarán 1.800 millones de euros (alrededor de $2.390 millones) anuales para suplir las importaciones occidentales, dijo Fiodorov, citado por las agencias rusas en una reunión del Gobierno.
Rusia prohibió, a inicios de agosto, la importación de fruta, verdura, carne, pescado, leche y productos lácteos procedentes de Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Canadá y Noruega, como respuesta a las sanciones aplicadas por los países occidentales a raíz del apoyo de Moscú a los insurrectos en Ucrania.
En solo dos semanas, la inflación para estos productos se ha disparado en un 6%, según los cálculos de la televisión británica BBC.