Pocas veces el Presupuesto Ordinario de la República ha adquirido el estigma de gasto superfluo tan rápido como ha ocurrido con el plan de gastos del Gobierno para el 2015, el primero presentado por una administración del Partido Acción Ciudadana (PAC), bajo el mando del presidente Luis Guillermo Solís.
En tan solo dos semanas los diputados de oposición, el oficialista Ottón Solís Fallas-presidente de la Comisión de Asuntos Hacendarios-y la Contraloría General de la República (CGR), afirmaron que al presupuesto de ¢7.9 billones (con un crecimiento del 19% con respecto al 2014) se le pueden recortar entre ¢200.000 y ¢300.000 millones, cerca de un 1% del PIB, en momentos en que el déficit fiscal amenaza con subir hasta un histórico 6.7% de la producción.
En un contexto aderezado por la rebaja que hizo Moody's en la calificación de riesgo de Costa Rica, el legislador del PAC Ottón Solís posa su hacha sobre partidas como horas extra, anualidades, el crecimiento de plazas del Gobierno Central, el presupuesto del Poder Judicial y de la Dirección de Inteligencia y Seguiridad (DIS) recortes que en total sumarían cerca de ¢300.000 millones, posición que goza del respaldo de la oposición, que no tardó en calificar como "irresponsable" el proyecto de presupuesto impulsado por el Poder Ejecutivo.
Asimismo, la Contralora Marta Acosta cifró este miércoles en ¢200.000 millones el monto a recortar del presupuesto con el argumento de que ese es el monto que históricamente el Gobierno es incapaz de ejecutar por año, principalmente en partidas como servicios y suministros, entre otras, posición que, de nuevo, tiene apoyo entre la oposición y el diputado oficialista Ottón Solís.
Tales antecedentes apuntan a que el presupuesto sufrirá recortes millonarios en la Asamblea Legislativa. La última vez que algo similar ocurrió fue en el 2011, cuando el Congreso presidido por el entonces diputado del PAC, Juan Carlos Mendoza, recortó más de ¢20.000 millones al primer plan de gastos que presentó el Gobierno de Laura Chinchilla.
Ante la amenaza el presidente Luis Guillermo Solís recordó en medio de una reunión con banqueros que aquel diputado que se eche al hombro la tarea de recortar su presupuesto, también deberá cargar con la responsabilidad de las consecuencias que traiga la disminución presupuestaria.
Solís adelantó que espera recortes de partidas hechos con bisturí y no con hacha, como se ha amenazado desde el seno de su fracción.
Pese a la advertencia del costo político hecha por el mandatario, el Congreso está decidido a ejecutar los recortes. De hecho, el diputado Rolando González, que representa a Liberación Nacional (PLN) en Hacendarios, ya solicitó a cada jerarca ministerial una lista de las partidas que podrían disminuirse para el próximo año.
La Comisión de Asuntos Hacendarios aún está en la etapa de recibir a los ministros para que expliquen sus respectivos presupuestos, mientras una subcomisión con mayoría opositora analiza con lupa cada detalle del plan.
La subcomisión de presupuesto la integran los diputados Rolando González (PLN), José Ramírez Aguilar (Frente Amplio), Rosibel Ramos (Unidad Social Cristiana), Abelino Esquivel (Renovación Costarricense) y Ottón Solís (PAC).
Esa subcomisión emitirá un dictamen que deberá discutir el pleno del panel, encargado de votar a favor o en contra de aquellas mociones que pretendan recortes al presupuesto.
Posteriormente, el plenario discutirá el presupuesto por el fondo y a más tardar el 27 de noviembre entrante deberá votarlo en primer debate.
Antes, pintan semanas tormentosas para el Poder Ejecutivo y sus intenciones de contar con un presupuesto que inició su trámite con el pie izquierdo.