Para añadir evidencias nuevas de la interferencia rusa en las elecciones de 2016, el miércoles anterior, Facebook divulgó que había identificado más de $100.000 de publicidad divisiva en asuntos candentes, que fue comprada por una empresa oscura relacionada con el Kremlin.
La mayoría de los 3.000 anuncios no hacían referencia directa a algún candidato, sino que más bien se concentraban en asuntos sociales divisivos como la raza, los derechos de los homosexuales, el control de las armas y la inmigración, según una publicación que realizó en Facebook Alex Stamos, director de seguridad de la empresa.
Los anuncios, los cuales estuvieron presentes entre junio de 2015 y mayo de 2017, están ligados con 470 cuentas y páginas falsas que la empresa señaló que había cerrado.
Los representantes de Facebook dijeron que una empresa rusa llamada Internet Research Agency había creado las cuentas falsas. Esta firma es conocida por utilizar cuentas “trol” para publicar en redes sociales y comentar en sitios web de noticias.
La revelación suma evidencias del amplio alcance que tuvo la campaña de influencia rusa, la cual fue diseñada para dañar a Hillary Clinton e impulsar a Donald J. Trump durante las elecciones, concluyeron agencias de inteligencia estadounidenses.
Las múltiples investigaciones del involucramiento de Rusia, y la posibilidad de que la campaña de Trump estuviera coludida de algún modo con ese país, han ensombrecido los primeros ocho meses de la presidencia de Trump.
El miércoles, miembros del personal de Facebook dieron su informe a los comités de inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes, los cuales están investigando la intervención rusa en las elecciones estadounidenses.
Stamos indicó que Facebook también está cooperando con los investigadores que trabajan para Robert S. Mueller III, el fiscal especial, y publicó que “hemos compartido nuestros hallazgos con las autoridades de Estados Unidos que están investigando estos asuntos, y continuaremos trabajando con ellos en lo que sea necesario”.
Stamos escribió que, a pesar de que algunos de los anuncios mencionaron a los dos candidatos, la mayoría más bien se abocaron a asuntos dedicados a polarizar al electorado: “mensajes divisivos de índole social y política dentro de todo el espectro ideológico: temas que van desde los problemas de la comunidad LGBT, pasando por asuntos raciales y de inmigración, hasta derechos para portar armas”.
Los comentarios de Trump
Facebook no hizo público ninguno de los anuncios ni mencionó cuánta gente los vio. Sin embargo, Trump ofrecía de manera regular comentarios directos sobre esos temas durante la campaña, para denunciar la “corrección política” y animar a sus simpatizantes de derecha.
En su informe sobre la publicidad relacionada con las elecciones, Facebook afirmó que también había encontrado 2.200 anuncios adicionales que costaron $50.000 y demostraron tener menos indicios concretos de estar relacionados con Rusia. Algunos de estos anuncios se adquirieron por medio de cuentas de Facebook con direcciones de Internet que parecían estar en Estados Unidos, pero el idioma en el que estaban era ruso.
En un informe de enero, el Buró Federal de Investigación, la Agencia Central de Inteligencia y la Agencia de Seguridad Nacional concluyeron que el gobierno ruso, bajo las órdenes del presidente Vladimir V. Putin, fue responsable de hackear a individuos del Partido Demócrata y de filtrar miles de correos electrónicos y otros documentos con el objetivo de dañar la campaña de Clinton y arruinar su reputación.
El informe también encontró que cientos de “troles” rusos, o usuarios de redes sociales pagados, habían publicado mensajes en contra de Hillary Clinton. Sin embargo, en este no se mencionaba a la red social Facebook ni el asunto de la publicidad.
El informe de inteligencia que se emitió en enero señalaba que el “financiador probable” de la empresa Internet Research Agency era “un aliado cercano a Putin ligado con la inteligencia rusa”. La empresa, de la cual The New York Times Magazine realizó un perfil en el 2015, se ubica en San Petersburgo y utiliza su pequeño ejército de troles para publicar mensajes en apoyo a las políticas del gobierno de Rusia.
Más carbón en la hoguera
Las revelaciones solo suman más elementos al pleito político que hay en Washington por el papel de Rusia en las elecciones.
A menudo, Trump ha echado por tierra la historia del hackeo ruso llamándola “noticia falsa” y se ha enfurecido cuando se implica a Putin por presuntamente haberlo ayudado a ganar. Hasta la fecha, aunque los reportajes han destapado muchas reuniones y contactos entre los colaboradores de Trump y Rusia, no ha habido ninguna evidencia que demuestre la colusión en el hackeo u otras actividades de los rusos.
El representante de California Adam B. Schiff, el demócrata con mayor rango en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, comentó en una entrevista telefónica que la divulgación de Facebook “por supuesto que cuantifica, con un nivel de detalle que no teníamos antes, el uso que dieron los rusos a por lo menos una plataforma de redes sociales”. Mencionó que el comité ha estado en contacto con Facebook desde hace algún tiempo, y agregó: “no creo que sea lo último que sepamos del tema por parte de Facebook o en términos de nuestra investigación sobre el asunto de las redes sociales”.
Schiff dijo que tenía más preguntas para Facebook, entre ellas cuándo fue que la empresa se dio cuenta por primera vez del problema, qué señales de advertencia encontró, qué tan sofisticada fue la operación rusa y qué medidas estaba tomando Facebook para protegerse en el futuro en contra de este tipo de actividad.
“Es evidente que Facebook no quiere convertirse en el árbitro de qué es verdad y qué es mentira”, afirmó Schiff. “Pero tiene una responsabilidad cívica de hacer lo mejor que pueda para informar a sus usuarios si hay actores extranjeros que los están manipulando”.
La sospecha de que Rusia había tenido participación en la publicidad que se puso en Facebook se mencionó por primera vez en un artículo de la revista Time que se publicó en mayo, pero el anuncio del miércoles fue el primer reconocimiento del problema que ha hecho la empresa.
Facebook, empresa que ofrece un nivel sofisticado de focalización para los anunciantes, ha estado en el ojo del huracán por el papel que tuvo en la propagación de noticias falsas y otra información engañosa durante la campaña. En abril, la empresa reconoció que las cuentas falsas eran un problema y señaló que aceptaba los hallazgos de las agencias de inteligencia en la materia, pero evitaba nombrar a Rusia.
La publicación que hizo Stamos el miércoles fue más directa, porque aseguró que las cuentas falsas de Facebook relacionadas con los anuncios “era probable que operaran fuera de Rusia”.
Después de que en un principio negó que las noticias falsas en el servicio hubieran tenido alguna influencia en las elecciones, el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, se ha ido convenciendo de que la empresa debe hacer más al respecto.
Facebook ha implementado una serie de pasos para combatir el contenido falso, incluido el reclutamiento de evaluadores externos que revisen y señalen cuáles son los artículos sospechosos.