El primer ministro francés, Manuel Valls, afirmó que no se debe cambiar el rumbo de las reformas económicas destinadas a sanear las finanzas del país, en un discurso ante la Asamblea Nacional.
"Nada debe hacernos desviar de nuestro compromiso de realizar 50.000 millones" de euros de recortes en tres años, dijo, agregando que "es necesario controlar la evolución de los gastos públicos".
Aludiendo implícitamente a Alemania y la Comisión Europea, Valls sostuvo que "Francia decide sola lo que debe hacer" en materia económica y presupuestaria.
Estimó asimismo que la próspera Alemania, país que visitará la semana próxima, debe "asumir sus responsabilidades" frente al crecimiento anémico de la zona euro.
"El acuerdo entre nuestros dos países es indispensable para reactivar el crecimiento y devolver al proyecto europeo su verdadera ambición", dijo. Alemania y Francia tienen una "responsabilidad común" que es "histórica", afirmó.