El miércoles a las 6 de la tarde los 24 diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) sentarán su posición para el próximo año electoral. También fijará posturas el dueño de la casa, el precandidato presidencial Johnny Araya, hoy alcalde de San José.
El precandidato tendrá la primera reunión formal con aquella mayoría de diputados (17) que le dieron la espalda a finales de diciembre para irse con la fenecida tendencia de Rodrigo Arias. También estarán sus cinco diputados "fieles", la minoría legislativa que primero lo acuerpó.
En declaraciones a EF, Araya le restó formalidad a la cita y la delimitó como un primer acercamiento.
Romance y distancia con la bancada
Pero, en el papel, el aspirante llega con el reto de intentar ejercer un liderazgo dentro de la bancada que se mueva entre el romance y la distancia.
El cariño es fundamental porque Araya necesita fuerza de campo para lograr su objetivo de unir a un partido cuya estructura es arista. Se trata de ir en procura de los liderazgos locales que le moverán los votos el 2 de febrero del 2014.
El grado de distancia con la bancada también será clave. Araya debe demostrar la superioridad necesaria que fundamente su candidatura pero sin meterse de lleno en la agenda de un Gobierno debilitado y con una imagen en quiebra, que juega en contra de sus aspiraciones.
Tampoco puede olvidarse del Parlamento, porque en la agenda política se mueven temas de gran calado que le tocaría resolver.
La resurrección del plan fiscal, la falta de resolución del tema energético y el agotamiento del crédito externo son asuntos que lo diputados tendrán en sus manos de aquí al 30 de abril del 2014.
Araya requiere de presencia legislativa. El punto es cuánto intentará influir. "Don Johnny asume el mando y la fracción debe coordinar estrechamente con él", aseguró el diputado arayista, Luis Gerardo Villanueva.
¿Actor principal, o de reparto?
En ese contexto el próximo 1° de mayo influirá en el futuro cuadro político nacional. No es de extrañar, entonces, que se mencione al diputado Villanueva como eventual candidato a la presidencia del Directorio Legislativo.
Aunque rechazó el interés por el cargo, Villanueva sí reconoció que a Araya le convendría tener a uno de sus allegados al mando del Poder Legislativo , lo cual le permitiría una mejor coordinación política.
El jefe de fracción del PLN, Fabio Molina, piensa distinto y considera oportuno darle continuidad al pacto PLN-Accesibilidad Sin Exclusión (PASE). "Lo peor sería que, por querer tomar el Directorio, se causen heridas y el Plenario se convierta en una batalla de todos contra el PLN", estimó.
La tesis va en la línea que le conviene al Poder Ejecutivo, por la estabilidad que le ha ofrecido el pasista Víctor Granados, desde su presidencia legislativa.
En el tapete está, además, la elección del futuro líder de la bancada oficialista. Casa Presidencial se inclina por la continuidad de la fórmula Fabio Molina-Siany Villalobos. Está por verse si Araya impulsará nombres afines a él, o bien, si negociará con Zapote los puestos de poder dentro de la fracción verdiblanca .
El próximo año legislativo revestirá la importancia política propia de la última legislatura. Cabe esperar solo cuál será el grado de protagonismo que tendrá en ese escenario el actual alcade de San José.