El candidato del PAC, Luis Guillermo Solís, asegura que si en la campaña electoral lo atacan por haber abandonado el Partido Liberación Nacional donde militó, a la agrupación verdiblanca le va a ir mal, no solo por lo que él pueda decir, sino por lo que puedan decir otros liberacionistas.
Solís habló con EF sobre sus primeros pasos como candidato del PAC.
- ¿Ya está trabajando en diputaciones?
- Estoy analizándolas todas, pero mi prioridad está ubicada en la unificación del partido, el contacto mínimo inmediato con las distintas regiones del país, para reafirmar la candidatura, dar orientaciones del camino general que tenemos en la campaña. Veo con sumo interés y prioridad el tema de las diputaciones, pero no las estoy negociando ni las tengo resueltas.
"No es que yo me las invento y me las aceptan, tengo que sugerirlas y será la asamblea del partido la que resuelva, son sugerencias nada más.
- ¿A qué perfil apunta para diputaciones?
- Tienen que ser personas de primerísimo nivel desde el punto de vista profesional y político, personas con experiencia, con capacidad de convocatoria, somos un partido donde se permite la designación representante de sectores, yo quisiera que alguna de las recomendaciones que yo haga sea resultado de esas propuestas y consultas a la sociedad civil. Toiene que ser intachable. Preferiría en principio no repetir, aunque valoro la experiencia acumulada.
- ¿Cree en la carrera legislativa?
- Sí claro, pero como un elemento más, no como un único elemento. Extraordinarios diputados se pueden considerar, pero no lo veo como una regla ni buscaría repetir como una preferencia de mi parte.
- Sin duda uno de sus primeros retos es unir al PAC. ¿Lo ha logrado?
- He dedicado muchísimas horas a acercar, hasta donde ha sido posible, a los diferentes factores de poder del partido y he tratado de vincularme con todos. He tenido diálogo con la fracción a excepción de Manrique Oviedo, no porque yo lo haya excluido, sino porque él considera que en este momento no es necesario conversar conmigo.
"He hablado con el comité ejecutivo, con la comisión política, con Ottón Solís, con los exprecandidatos y excandidata y todas las tendencias para meterlas en el trabajo de campaña.
- ¿Ha sido difícil?
- No. Siempre después de una precampaña quedan algunos raspones. No he encontrado a nadie que directa o indirectamente desconozca la legitimidad de la candidatura o que se haya negado por haber perdido a sumarse a los equipos de trabajo. Hoy contamos con un organigrama de la campaña que vamos a poner a funcionar esta semana.
"Vamos bien, tenemos poco tiempo de haber sido confirmados como candidato".
- ¿Cómo dimensiona el papel de Ottón Solís en el partido?
- Como una figura de mayor importancia, es un referente cuyo peso específico sigue siendo significativo y con el cual yo esperaría tener una relación fluida.
- Hay personas que le achacan haberse salido de Liberación Nacional y haberse cambiado de casa. ¿Qué dice de eso?
- Yo les digo a ellos lo que dije en la carta de renuncia, el Liberación Nacional en el cual yo creía abandonó sus principios y lo hizo por las peores razones porque fue por confundir las responsabilidades que un partido tiene de defender el bien común, con los negocios. Y más allá de la desorientación ideológica de un Liberación de corte reformista y que había sido capaz de preponerle al país una visión de futuro muy promisoria en los años cincuenta y convertirlo en un partido conservador más como tantos otros en América Latina y en Europa.
"Más allá de eso, mi principal queja es el abandono de los principios y valores éticos que durante mucho tiempo orientaron a ese partido y que me parece han sido abandonados por las cúpulas que el partido ha tenido en los últimos años.
"El irme de Liberación Nacional no es una muestra de debilidad ni vergüenza, sino absoluta coherencia con la forma como siempre entendí era un papel de un liberacionista consecuente con sus principios y los del partido. Esos principios fueron emancillados".
- ¿Podría ser ese tema la punta de lanza de los opositores en esta campaña electoral?
-Espero que no, espero que sean las propuestas, es lo lógico en una campaña electoral y que debatamos de esas propuestas y el por qué son mejores o no tan buenas, pero si el tema va a ser mi salida de Liberación Nacional en buenahora porque no les va a ir muy bien, no por lo que diga Luis Guillermo Solís, que finalmete no es sino un referente más en la política costarricense de hoy, sino por lo que están diciendo otros liberacionistas. Unos que se fueron y otros que se están saliendo porque confirman lo que dijimos en algún momento otras personas.
"Están viendo que el partido está totalmente desorientado, tiene preferencias por el beneficio a los pequeños grupos y a las malas prácticas como forma de hacer política en el partido que vuelve a la gente liberacionista renuente a seguir aceptando esas metodologías".
- ¿Le queda liberacionismo en la sangre?
- No. Yo no he renegado de mi pasado. Fui Secretario General de Liberación Nacional y me sigo considerando ideológicamente socialdemócrata. Es eso liberacionismo, no lo creo porque el partido ya no se guía por esos principios, pero sí tengo un gran respeto por la contrubución histórica que hizo Liberación a Costa Rica, igual que lo tengo con la Unidad Socialcristiana. Pero el liberacionismo como propuesta ya no me queda, el desencanto fue demasiado grande.