El informe realizó una medición comparativa usando a los países HIC como referencia.
Respecto a esta calificación, la región de América Latina y el Caribe obtuvo 6,92 puntos comparativos totales, en los que se ponderaron 17 indicadores de temas de contexto político-institucional, económico, social y medioambiental, partiendo de un 10 general para los HIC en todos ellos.
En la medición, el documento califica superiormente a la región en los indicadores de cultura empresarial y emprendimiento (12,42 puntos comparativos) y en el tema de derechos humanos y laborales (10,33).
Sin embargo advierte carencias importantes en temas de paz y estabilidad política (2,65) y protección social al trabajador (4,75).
La OIT advierte que, pese a una disminución del 3,5% en la tasa de desempleo entre el 2001 (10,2%) y el 2011 (6,7%), la informalidad laboral persiste como uno de los fenómenos más grandes que limitan la productividad de las empresas.
El desglose de este porcentaje señala que las mujeres representan el 53,7% de estos trabajadores en condiciones de informalidad, de las cuales 11,5% pertenecen al sector de servicios domésticos. Otro caso caso vulnerable lo compone la población juvenil, de la cual un 60% tiene un empleo informal.
En Costa Rica, el 33,6% de la población económicamente activa pertenece a este sector informal, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo al 2011.
Las estadísticas señalan además que persisten brechas de productividad entre las empresas grandes, medianas y las pymes.
Actualmente, las pequeñas y medianas empresas generan más de la mitad del empleo de la región y generan alrededor del 17% del Producto Interno Bruto (PIB) regional.