Si Rodolfo Piza tuviera la última palabra sobre la posición que debe asumir la Unidad Social Cristiana (PUSC) este 1° de mayo, no renovaría la sociedad con el Partido Acción Ciudadana (PAC) y encumbraría a un diputado socialcristiano a la Presidencia del Directorio Legislativo.
El secretario general del PUSC está herido. Le perdió la confianza al Gobierno del presidente Luis Guillermo Solís.
Piza no ve capacidad en el PAC para seguir con las riendas del Parlamento.
Desconfianza
Tampoco les ve capacidad de mantener la palabra empeñada.
La desazón del dirigente se origina en el levantamiento del veto a la reforma procesal laboral en diciembre pasado.
Para Piza, la decisión del presidente Solís fue un irrespeto al pacto que había firmado el Gobierno con el PUSC el 1° de mayo pasado y que obligaba al primero a no quitarle el freno a la reforma procesal laboral hasta después del primer año de este periodo constitucional.
Esto mientras el Parlamento buscaba una solución a las dudas que despierta la reforma al Código de Trabajo entre el sector patronal y algunas fuerzas políticas.
Cinco meses después del levantamiento del veto ni el Gobierno ni las fracciones volvieron a mencionar entre sus agendas el proyecto que recogería todas las observaciones y neutralizaría los peligros que los sectores ven en el remozado Código de Trabajo.
"El Gobierno debería hacer un esfuerzo para garantizar que los acuerdos que adquiere sean respetados íntegramente. Al haber levantado el veto antes del primer año en el poder, da lugar a la desconfianza para llegar a nuevos acuerdos. Hay que tener valentía para sostenerlos y defenderlos", afirmó Rodolfo Piza este martes.
PUSC, el balance
Producto de los acuerdos del 1° de mayo del 2014 el PAC cedió la primera y segunda secretaría del Directorio Legislativo al PUSC.
Hoy Piza opina que su bancada es la alternativa idónea para llevar balance, acuerdos y productividad a un Parlamento que careció de espacios para aprobar más leyes de interés nacional durante la legislatura que agoniza.
Por esto, insta a los ocho diputados socialcristianos a pintar de rojo y azul la presidencia legislativa en pleno gobierno rojiamarillo.
"Sería bueno que la presidencia del Directorio la tuviera un diputado del PUSC. Nos interesa un Directorio multipartidista, ojalá que un partido por cada uno de los puestos, pero siempre encabezado por la Unidad", subrayó el excandidato presidencial.
¿Por qué la insistencia de que el PUSC asuma el control del Parlamento?
Piza justifica su idea con el argumento de que su partido no es "comparsa" del gobierno, ni es una fuerza que pretenda oponerse a todo lo que impulse el presidente Luis Guillermo Solís.
"Hay que cambiar de partido en la presidencia del Gobierno, hay que buscar un punto de encuentro y una presidencia del PUSC creo que podría garantizar la gobernabilidad democrática", sostuvo el secretario general del PUSC.
Ese sería el escenario idóneo para Piza, uno en que la Unidad, que no ocupa la presidencia del Directorio Legislativo desde el 2006, pueda echar a andar una agenda nacional de proyectos de ley que permitan al empresariado recuperar la confianza para invertir y a los trabajadores poder vivir sin el desempleo respirándoles en la nuca.
Hasta este martes los diputados del PUSC no han definido si buscarán la presidencia del Directorio que ansía su secretario general, si respaldan una papeleta opositora, o si le dan una segunda oportunidad al PAC, pese a lo ocurrido durante la legislatura que se acerca a su ocaso.