El AyA planifica más las suspensiones de agua en la Gran Área Metropolitana (GAM) que en el resto del país.
Mientras que casi la mitad de las conexiones afectadas en la GAM durante el 2015 fueron plafinicadas, en el resto de regiones la costumbre del AyA fue resolver imprevistos para la mayoría de los casos.
En cualquier región externa a la GAM, los cortes imprevistos corresponden a más del 83% de las suspensiones de aguas ejecutadas por el instituto. El caso es mayor en zonas como la Región Chorotega, donde casi un 94% de los cortes del servicio ejecutados durante el 2015 fueron imprevistos.
Los resultados se desprenden de un estudio de EF a los registros de suspenciones de agua ejecutados por Acueductos y Alcantarillados durante el 2015.
Dos escenarios
El análisis desarrollado por EF muestra dos escenarios completamente disímiles con respecto a la distribución de agua en el país.
Por un lado, existe un área metropolitana con muchísimos más usuarios que el promedio del resto de zonas geográficas, pero con menores registros de cortes y con suspenciones más planificadas.
Por el otro, hay un sistema periférico que requiere de mayores atenciones ante cortes imprevistos y mucho más frecuentes, pero que suelen afectar a menos usuarios.
El año pasado la GAM registró casi 1,1 millones de conexiones afectadas por cortes de agua. La mitad de ellas fueron fortuitas.
En el resto del país, sin embargo, casi 1,8 millones de usuarios se vieron afectados por cortes, pero un pequeño número –poco menos de 350.000 de esas afectaciones– fueron planificadas.
Eso sí, las suspensiones de agua en la zona metropolitana –al ser menos frecuentes– tienden también a afectar a más usuarios. Por cada persona que se ve afectada por un corte promedio en cualquier zona periférica, otras diez se ven perjudicadas por una suspención realizada en la zona metropolitana.
¿Menos planificación?¿Una mayor proporción de casos imprevistos implica un menor mantenimiento y cuidado de los sistemas de Acueductos y Alcantarillados en las zonas periféricas? No necesariamente.
De hecho, acueductos como el de la Gran Área Metropolitana pueden abastecer a más de 400.000 usuarios, mientras que otros grandes centros regionales, como el de San Ramón en Alajuela, no pueden superar las 25.000 conexiones.
“Las interrupciones programadas (en zonas externas a la GAM) son menores porque son muchísimo menos las estaciones de producción que requieren paradas grandes para su mantenimiento productivo” alegó el ingeniero y vocero del AyA Sergio Núñez, encargado de la gerencia de sistemas de la GAM.
Incluso agrega que existen zonas rurales donde, para dar mantenimiento, no es preciso suspender el servicio de agua.
“En muchísimas zonas y estaciones de bombeo, normalmente pequeñas, se suele dar un mantenimiento en cuestión de muy pocas horas”, agregó.