El nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia debería tener un perfil similar al del fallecido magistrado Luis Paulino Mora, en aras de poder contener la amenaza de conflicto entre los poderes de la República.
A esa conclusión llegan los diputados al consultárseles sobre cuáles deben ser las acciones por tomar para impedir nuevos enfrentamientos entre poderes en este período de transición tras la muerte de Mora, el domingo pasado.
Luis Paulino Mora tuvo un papel protagónico en defensa del Poder Judicial, cuando los diputados decidieron no reelegir en el cargo de magistrado de la Sala Constitucional a Fernando Cruz, con el propósito de "darle una sacudida a la Corte", según lo reconoció el jefe de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), Fabio Molina.
Empero, Mora también jugó un rol de conciliación en el proceso posterior al diferendo, que permitió a la aguas volver a su cauce normal. La muerte lo sorprendió en momentos en que el Parlamento tramita un proyecto de ley para redistribuir las obligaciones de la Sala Constitucional para liberarla de cargas de trabajo.
Esa labor se torna delicada si se toma en cuenta la voluntad de un grupo de legisladores de acotar el poder de influencia de la Sala Constitucional en las decisiones que tomen el Congreso y el Poder Ejecutivo. En ejercicio de su presidencia, a propósito del caso de Fernando Cruz, Luis Paulino Mora sostuvo que manejaba información creíble de que se procuraba restarle independencia a la Corte, con magistrados alineados a los intereses políticos.
De ahí que, según Luis Fishman, diputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), la fortaleza, el liderazgo y la búsqueda del consenso son características principales en quien vaya a ser nombrado para ocupar la presidencia de la Corte.
"Yo tengo la fe de que, aunque se ha seguido toqueteando el proyecto de reforma a la Ley de la Jurisdicción Constitucional, la Corte siga teniendo un liderazgo fuerte para impedir su debilitamiento, y comedido y humilde para buscar el consenso", afirmó Fishman.
El verdiblanco Fabio Molina negó la existencia de un afán por debilitar al Poder Judicial y afirmó que el nuevo presidente de la Corte deberá privilegiar todos los esfuerzos que se realicen para tramitar reformas que alejen a la Sala Constitucional de inmiscuirse en decisiones legislativas o ejecutivas.