Menos turistas internacionales viajaron a Estados Unidos durante los primeros meses de este año que durante el mismo periodo el año pasado, lo cual confirma los temores de algunos miembros de esta industria.
Nuevas cifras que reveló el Departamento de Comercio de Estados Unidos muestran una reducción en el número de visitantes internacionales a Estados Unidos de casi 700.000 para el primer trimestre de 2017 en comparación con el año anterior. El porcentaje de reducción en el trimestre fue del 10,1% respecto de los visitantes de países europeos y del 7,1% respecto de los de México. El Medio Oriente y África registraron las bajas más significativas, aunque representan un porcentaje mucho menor del total de visitantes que viajan a Estados Unidos.
En total, en los primeros tres meses del año se registró una reducción de 697.791, o el 4,2%, en el número de extranjeros que visitaron Estados Unidos, con lo que esta cifra se ubicó en 15,8 millones. De acuerdo con Tourism Economics, una rama de Oxford Economics con sede en Wayne, Pensilvania, que analiza datos sobre desplazamientos internacionales, esta caída representa una pérdida de casi $2.700 millones en la derrama económica a ese país.
En comparación, durante el primer trimestre de 2013, tras la reelección de Barack Obama, el turismo internacional aumentó un 6,4%, mientras que para el primer trimestre de 2009, después de la primera elección de Obama (y durante la recesión global que comenzó a finales de 2008), bajó un 14,3%.
Aún no se sabe si estos resultados se deben a una reacción en cadena por las propuestas del presidente Donald Trump de prohibir el ingreso a visitantes de seis países de mayoría musulmana y erigir un muro más amplio en la frontera con México, además de las declaraciones en contra de los inmigrantes. Sin embargo, los datos coinciden con una reducción en el porcentaje de personas que tienen una imagen favorable de Estados Unidos en el exterior: en junio, el Pew Research Center reveló que el 49% de los encuestados en 37 países tenían una imagen positiva de Estados Unidos, mientras que esta cifra era del 64% al concluir el periodo de Obama en la presidencia.
Días atrás, Pew reportó que casi dos terceras partes de los mexicanos tienen una opinión negativa acerca de Estados Unidos, más del doble de la cifra registrada hace dos años, cuando se ubicaba en el 29%.
“No exageramos al decir que la retórica y políticas de esta administración afectan la opinión mundial, crean antipatía hacia Estados Unidos e influyen en los patrones de viaje”, señaló Adam Sacks, presidente de Tourism Economics.
En respuesta a una publicación de The New York Times en Facebook, una cantidad abrumadora de lectores europeos confirmaron que han evitado viajar a Estados Unidos, e incluso han cancelado viajes que ya tenían planeados, debido las políticas de Trump y su administración.
“Somos una familia de musulmanes británicos y vivimos en Londres”, escribió Sabaa Farrukh. “Queríamos visitar la ciudad de Nueva York este verano, pero decidimos no hacerlo porque nos dio la impresión de que no seríamos bienvenidos y no quisimos arriesgarnos a desperdiciar nuestro valioso tiempo de vacaciones con algún problema para pasar el control de pasaportes del aeropuerto”.
Onda gélida
Otros se refirieron a la violencia y la seguridad. Marika Treichel, una residente de Dinamarca, escribió: “Siempre he soñado con visitar Estados Unidos, pero debido a la creciente violencia con armas de fuego y el caos político que impera, he decidido olvidar la idea de viajar a Estados Unidos en tanto no me sienta segura como turista”.
Este ha sido un buen año para el dólar estadounidense, lo cual encarece el viaje para otras monedas, aunque debido a algunas excepciones este no puede ser el motivo de la reducción en el turismo. Por ejemplo, el dólar canadiense se encuentra más débil que otros años (a pesar de que subió en el verano), y sin embargo el turismo canadiense a Estados Unidos aumentó un 14,8% entre enero y abril.
En Europa, las mayores bajas en el porcentaje de visitantes a Estados Unidos se registraron en Suiza, donde fue del 28%; en Bélgica, donde fue del 20%; y en el Reino Unido, donde fue del 15,5%. El porcentaje más alto de visitantes europeos por país corresponde al Reino Unido; 4,5 millones de turistas de ese país viajaron a Estados Unidos el año pasado, por lo que esta desaceleración es significativa (el turismo asiático fue más o menos igual que el año pasado, con un aumento del 0,6%, principalmente debido a un alza en el número de visitantes de Corea del Sur, que aumentó más del 15% en el primer trimestre).
“El mercado del turismo internacional es tremendamente competitivo y Estados Unidos se está quedando atrás”, afirmó Roger Dow, presidente y director general de la Asociación Estadounidense de Viajes, una organización sin fines de lucro que promueve viajes a Estados Unidos y por todo su territorio.
Algunos operadores de recorridos turísticos ya han sentido los efectos de esta onda gélida. Intrepid Travel reportó una baja del 24% en sus clientes.
“En vista del clima político y social de hoy en día, en este momento es especialmente importante que la industria turística se manifieste a favor de las fronteras abiertas, la inclusión y la celebración de la diversidad”, escribió en un correo electrónico Leigh Barnes, director regional de Intrepid Travel.
Quizá otro factor sea el temor por la seguridad. A través de avisos del gobierno, países como Nueva Zelanda y el Reino Unido han advertido a sus ciudadanos que cualquier viaje a Estados Unidos involucra cierto riesgo debido a la amenaza de ataques terroristas.
Lucy Taylor, una ciudadana australiana que planea recorrer Estados Unidos durante varias semanas esta temporada de verano y otoño junto con su esposo, modificó su itinerario debido a que temía ser blanco de actitudes xenófobas.
“Decidimos no viajar por todo el territorio de Estados Unidos sino concentrarnos en los estados demócratas”, explicó. “No estábamos seguros de cómo nos tratarían”.