El sector exportador apenas se está levantando del suelo donde lo tumbó la crisis económica mundial del 2008 y ya espera otro coletazo que lo pone a tambalearse de nuevo.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) anunció hace dos semanas una revisión a la baja de las expectativas del crecimiento del comercio mundial para el 2012 y el 2013.
Para el año en curso, la previsión cayó del 3,7% al 2,5% y para el 2013 la OMC bajó de un 5,6% a un 4,5% la tasa de crecimiento.
Según los empresarios, la disminución del intercambio comercial pilla al Gobierno sin haber escuchado su súplica por más políticas de contención de la crisis, que golpearía con más fuerza a los agricultores y a las pymes exportadoras.
El sector exportador reprocha la ausencia de un andamiaje de políticas que les permitan enfrentar bien parados el nuevo golpe.
En tanto, el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) se apoya en las buenas cifras de las exportaciones, que crecen 4 veces por encima de la media mundial.
Las estadísticas no tranquilizan a la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco). Ven peligrar su expectativa de crecer un 5% durante al menos tres periodos consecutivos a partir del 2011, cuando los exportadores empezaron a levantarse de la crisis.
Las muletas que no existen
La empresaria Mónica Segnini, presidenta de Cadexco, dijo que el sector llega al nuevo contexto comercial desgastado por enfrentar políticas que, en vez de ayudar, lo perjudican. El primer reclamo se dirige hacia el tipo de cambio.
Según la exportadora, el límite más bajo del tipo de cambio debería ser de ¢580, para que las empresas puedan hacerle frente a sus costos de operación.
Con el valor del colón frente al dólar en ¢503, muchas empresas viven al filo de la navaja.
Y la situación empeoraría para final de año, cuando las compañías deberán hacerle frente a honerosos gastos en colones. El tema de la emisión de títulos valores conocida como “eurobonos” también causa desvelos.
A esas políticas, Segnini sumó la aplicación de nuevos impuestos a las exportaciones, con base en interpretaciones de algunas normas, especialmente aquellas del sector de plantas ornamentales, de por sí debilitadas por la crisis en Estados Unidos.
“Nos desgastamos por tener que estar pensando en esos factores internos, que es donde deberíamos contar con el acompañamiento del Gobierno”, reclamó.
Segnini señaló que desde la crisis del 2008 los exportadores han tenido que acostumbrarse a convivir con contratos de venta con plazos más cortos.
Mucho de eso se debe a que los productos nacionales deben competir contra los de otros países, que garantizan costos de producción y de transporte más bajos.
“Acá no nos movemos dentro de nuestro radio de acción, que es manejar las políticas públicas para compensar los impactos”, dijo.
La ampliación de las relaciones comerciales con China, donde el país exportó $199 millones en el 2011, y el fortalecimiento de los lazos comerciales con Suramérica y Europa oriental, mitigan en parte el lamento de los exportadores. Pero ese es un alivio todavía insuficiente.
La falta de políticas de acompañamiento amenaza a empresas productoras de vegetales, tubérculos, a los meloneros y productores de mango.
Edgar Herrera, director ejecutivo de la Liga Agrícola Industrial de la Caña (Laica), sostuvo que el sector alimentario aún no siente los efectos de la disminución del comercio mundial.
Herrera lo atribuye a que los productos de primera necesidad, como los alimentos, son en lo último que dejan de invertir los consumidores.
Empero, advirtió que la caída en el comercio causaría una disminución en la producción alimentaria, lo cual llevaría al alza los precios de los productos, impactando las exportaciones.
Cadexco advierte sobre graves consecuencias para las pymes en el marco de una reducción del comercio, pues considera que el sector no posee la fortaleza suficiente para aguantar un nuevo embate tan pronto.
“Tuvimos una pronta recuperación tras la crisis en el 2010 y esperábamos estabilizarnos en el 2011, pero la crisis europea, el alto costo de los insumos y el cambio climático, desestabilizaron otra vez los mercados internacionales”, se lamentó Segnini.
Con fe en el motor exportador
Anabel González, jerarca de Comex, se basó en las buenos números de crecimiento de las exportaciones para llamar a la calma.
“Hasta el momento, las exportaciones han venido dando muestras de gran fortaleza, en parte por la diversidad de productos y de mercados de destino a los que nos dirigimos”, consideró.
Según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), durante el primer semestre del 2012 el país alcanzó a venderle a sus socios comerciales $7.657 millones, un 10,9% más que hace un año.
Pese a la preocupación por el frenazo pronosticado en las exporaciones, Comex no hace referencia a golpes de timón que modifiquen las políticas a mano.
La Ministra menciona que se debe apostar por mejorar la competitividad para fortalecer a la base exportadora.
Sin embargo, el Poder Ejecutivo no menciona acciones específicas en ese sentido.
La consigna sí queda clara: atraer más inversión extranjera, diversificar las exportaciones e incrementarlas, en una apuesta cerrada por el exterior.
Sin embargo, los exportadores comparan esa postura estatal con lanzarse a caminar por la cuerda floja, sin una red que los ataje.
Clamor exportador
Tipo de cambio: Reclaman que en los niveles actuales de valor del colón frente al dólar se pone a las empresas al filo de la navaja por el aumento en los costos de producción.
Impuestos a las exportaciones: Cadexco critica resoluciones que han cargado con tributos las exportaciones del sector de plantas ornamentales, lo cual, alegan, va en contra de normas de la OMC por distorsionar el valor de los productos nacionales.
Acompañamiento a Pymes: Extrañan políticas de blindaje de las pymes del país en época de crisis del comercio mundial, con políticas crediticias y de acompañamiento.
Fuente Cadexco.