Durante la última década en el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) no ha hecho falta dinero. Ha faltado capacidad de ejecución.
La gráfica muestra que en cada año del 2003 al 2012 no se sacó todo el provecho a los miles de millones de colones que se presupuestaron. Y la diferencia entre lo presupuestado al Conavi y lo realmente invertido llegó a los mayores niveles durante el Gobierno de Laura Chinchilla.
En todo el lapso presupuesto promedio de ese órgano fue de ¢ 168 mil millones, con un incremento excepcional a ¢ 442 mil millones en el 2010. El monto ejecutado promedio en los diez años graficados es de ¢ 115 mil millones.