Así como el Ministerio de Hacienda quiere rescatar parte del fallido plan fiscal con un nuevo proyecto, la cartera espera recuperar también el plan fiscal B, que languidece en Plenario.
El proyecto de “Ley para el manejo eficiente de las finanzas públicas”, o plan fiscal B, empero, parece no tener esa prioridad en Casa Presidencial, que se decanta por otros temas financieros.
Si el plan B no avanza más, la idea es rescatar algunos de los contenidos en el proyecto de “Ley de consolidación fiscal”, adelantó el viceministro de Hacienda, Randall García.
Según estimaciones de esa cartera, el proyecto para introducir eficiencia en las finanzas públicas recaudaría un 0,20% del PIB, insuficiente para llenar el déficit fiscal que cerró el 2012 en un 4,4% de la producción nacional.
Postergado ad infinítum
Empero, la iniciativa no tiene buenos augurios en la agenda legislativa, donde está inmóvil.
Una vez que los diputados discutieron un texto sustitutivo para el proyecto, el 27 de agosto pasado, de inmediato la comisión de Hacendarios se enfrascó en la discusión del presupuesto del 2013.
El proyecto fue convocado por Casa Presidencial para su debate durante el actual periodo de sesiones extraordinarias desde el 1° de diciembre anterior.
Sin embargo, sigue en la sombra, opacado por otros asuntos.
Hacendarios discute ahora los proyectos para agilizar el trámite de rebaja en los precios de los combustibles y el que busca frenar el ingreso de “capitales golondrina” al país.
Ideas se mantienen
Los retrasos no le quitan valor a las ideas que contiene el plan para Hacienda.
García enumeró algunas de esas propuestas en materia de control del gasto.
“Es el esfuerzo de mejora en la calidad del gasto, por lo que no puede peder prioridad”, enfatizó.
García cree inevitable abordar ese debate cuando “Consolidación fiscal” ingrese a terreno legislativo el próximo trimestre.
Tales expectativas no son las mismas de la oposición.
El diputado Gustavo Arias, quien representa al Partido Acción Ciudadana (PAC) en Hacendarios, cree que el proyecto se queda corto en sus intenciones por mejorar la adminitración financiera del Estado.
“Seguimos en contra de la propuesta de cobrar por algunos servicios públicos. Esos podrían ser impuestos camuflados”, dijo.
La opinión la comparten las bancadas del Movimiento Libertario y de la Unidad Social Cristiana (PUSC), más inclinadas por recortes presupuestarios que por el control de superávits de entidades descentralizadas sensibles.
Ese ambiente de duda y la decisión de Casa Presidencial de priorizar en otros temas económicos hacen que Hacienda no prevea avances de importancia para la iniciativa, al menos en un corto plazo.
De continuar así, el plan sería el segundo fracaso de este gobierno en materia fiscal. El primero fue “Solidaridad tributaria”.
Aún en el tintero
Hay tres puntos descatacados en el proyecto de manejo eficiente:
Nuevo canon: Cobrar un 0,10% de los presupuestos de los entes fiscalizados permitiría a la Contraloría no depender del presupuesto estatal.
Superávits: Todas aquellas empresas públicas que no estén reguladas por la Aresep deberán trasladar el 25% de sus sobrantes de recursos al Gobierno Central.
Cuidado al legislar: Todo proyecto que implique nuevas obligaciones económicas para el Estado, deberá indicar de dónde saldrán los recursos para concretarlo en la práctica.
Fuente
Texto del expediente 18.435.