El perfil de un ciudadano común de clase media y conciliador serían las cualidades que permitieron a Luis Guillermo Solís, candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), hacer clic con el electorado que acudió a las urnas el pasado 2 de febrero.
Esto logró que incluso sus simpatizantes asumieran la campaña como propia: sin ser parte de ningún comando, muchos se convirtieron en activos propagandistas del PAC, como quien recomienda un producto que lo satisfizo.
EF consultó sobre el tema a un politólogo y dos publicistas sobre el tema. “Luis Guillermo Solís logró conectar emocionalmente y así convertir en votos la cercanía lograda con la gente”, comentó Jorge Oller, presidente del Grupo Tribu, que estuvo vinculado a la campaña de Johnny Araya en el 2013.
Para Oller, la participación del candidato del PAC en los debates “fue crucial”, porque la gente se identificó con el candidato que no participó de “los agarrones” y fue más "coloquial y natural”.
Los debates fueron una ventana de exposición de una figura que pidió, como parte de su campaña, una oportunidad para ser conocido. Debe recordarse que en noviembre, Solís aparecía en una cuarta posición en las encuestas, lejos de los niveles de apoyo de Johnny Araya, José María Villalta y Otto Guevara. Pasó de registrar un respaldo de 4 a 5%, a 10% en enero, y finalmente obtuvo un 30,9% de los votos válidos, según el corte del TSE con el 90% de las mesas.
“La consistencia en la campaña de Solís podría ser la principal característica a su favor. Empezó reconociendo ser un desconocido y cerró la campaña diciendo ya lo conocíamos. Convirtió su debilidad en su fortaleza”, dijo Oller.
Por su parte, el politólogo Gustavo Araya opinó que Luis Guillermo Solís se presentó como un candidato asertivo, apacible, cordial que incluso pidió perdón a sus contendores cuando incurrió en un error (a Johnny Araya en el último debate realizado por Repretel, por el tema de su salario).
La imagen de Solís fue más simple y vinculada con su personalidad. En comunicación, menos es más”, dijo Araya.
En tanto, Rogelio Umaña, consultor e marketing and advertising, comentó que la parte “humana” de Luis Guillermo Solís logró relacionarse con el votante, especialmente los indecisos.
“El PAC brilló por Solís como figura. Mucha gente le tiene miedo aún miedo al PAC, pero no a Solís. Muchos indecisos (votantes) optaron por la persona y no el partido”, dijo Umaña.
“A nivel de marca, vemos que logró conectar con las necesidades humanas y no funcionales (lucha contra la corrupción –en el caso del Frente Amplio– y combate a la pobreza –del PLN–).
Una conexión que motivó a los votantes a “recomendarlo” y hacer campaña en el último mes de campaña. Este es el caso de los videos difundidos en las redes llamados “Vos que estás indeciso, pero vas a salir a votar”, “Carta De Amor A Luis Guillermo Solís” y Bajo el Sol (Somos Más)
Los analistas coinciden que el perfil de Solís se vio distorsionado el domingo 2 de febrero en la noche, cuando el candidato del PAC dio su discurso luego de conocer los resultados del conteo de los votos del TSE. En esta ocasión, el electorado vio un hombre regañón (a los músicos) y con un tono menos coloquial y más político.