El ministro de Comunicación Francisco Chacón presentó su renuncia la tarde de este miércoles, en medio de un creciente escándalo por el viaje de la presidenta Laura Chinchilla al Perú.
Chacón admitió que no se verificó adecuadamente la identidad del dueño del avión, Gabriel Morales, quien habría entregado una tarjeta de presentación con un nombre falso, Gabriel Ofallán, por lo que se habría engañado a las autoridades. Ante eso, como el propio ministro fue el que defendió el viaje, optó por presentar la renuncia.
Además, Mauricio Boraschi, comisionado antidrogas, se puso a la disposición del Ministerio Público, por petición expresa de Chinchilla.
Durante ayer, el ministro defendió que el viaje de Chinchilla para asistir al matrimonio del hijo del vicepresidente Luis Libermann se realizara en un avión privado, alegando que era normal que empresarios privados realizaran regalos al Gobierno, y que no había conflicto de interés porque la empresa dueña del avión no tenía operaciones en el país.
Sin embargo, todo cambió cuando informaciones periodísticas revelaron que el dueño del avión estaba siendo vinculado al narcotráfico en Colombia. El propio Chacón reconoció que no habrían verificado adecuadamente la identidad.
Así, el escándalo de este viaje no solo ha puesto sobre el tapete la política de Zapote en cuanto a obsequios privados, sino que pone sobre el candelero los protocolos de seguridad y los mecanismos para comprobar identidade s de las personas que se acercan a la Presidenta.