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En 2013 la producción de café en Brasil alcanzó los 49,15 millones de sacos. (Archivo GN)
El precio del café se disparó en marzo hasta cotas no vistas desde hace dos años ante la perspectiva de un déficit de suministro para este año cafetero debido a una reducción de la producción de Brasil por el clima seco, informó este jueves la Organización Internacional del Café (OIC).
En su informe periódico, la OIC, con sede en Londres, dijo que el precio medio mensual de su compuesto de café de referencia alcanzó el mes pasado su máximo en dos años, $1,65 por libra, un aumento del 20% respecto a febrero.
Durante marzo, los precios del café experimentaron una gran volatilidad en los mercados de materias primas, con oscilaciones de hasta un10% y valores de entre $1,77 y $1,53 la libra en menos de diez días.
Los mercados están preocupados por un posible déficit de suministro provocado por un descenso de la producción de Brasil, el primer productor mundial, debido a un extraordinario periodo de sequía.
La OIC indicó que, según sus primeras estimaciones, el consumo de café aumentó un 2,7%, hasta 145,8 millones de sacos en el año natural 2013, respecto a los 142 millones de sacos de 2012.
Este aumento de la demanda -a un ritmo anual de 2,1% en los últimos cuatro años- contrasta con la previsión de oferta, que se calcula en 145,7 millones de sacos para el actual año cafetero, que va de octubre del 2013 a setiembre del 2014.
"Parece muy probable que el mercado se encamina hacia un déficit de suministro", señala la OIC en su informe.
"La variable más importante en este momento es el tamaño de la cosecha de Brasil para 2014-2015, que empieza en abril de 2014", advierte el organismo.
"No obstante, el daño resultante de la reciente sequía aún debe ser cuantificado oficialmente", admite, lo que puede traducirse en una reducción más profunda de la oferta para este año cafetero.
El aumento del precio del café es una buena noticia para los pequeños caficultores, incluidos los de América Latina, si bien la OIC recuerda que el valor del grano está aún muy por debajo de sus máximos históricos y de un nivel que garantice al productor la sostenibilidad a largo plazo de este cultivo.
