A Costa Rica le costaría desde $944.000 y hasta unos $3 millones contar con un avión para uso de la Presidencia de la República.
El piloto Everardo Carmona, quien ha dedicado su carrera a volar jets de ejecutivos, sostuvo que el país podría hacerle frente a la compra de un jet "King Air 200", cuyo precio oscila entre los $800.000 y los $3 millones.
El gerente general de la empresa Carmon Air Charter agregó que el costo de mantener un avión presidencial de ese tipo rondaría los $12.000 mensuales; es decir, $144.000 al año.
"Con un avión de ese tipo, la Presidenta podría desplazarse en dos horas una distancia de 600 millas que cubre la región centroamericana, con un costo de $800 por cada hora de vuelo", calculó.
Los costos, empero, implicarían un ahorro para el país, según el experto. "La Presidenta podría viajar con un staff de hasta 8 personas, con 500 libras de equipaje. Un charter con esas características tendría un costo de $22.750 para el Gobierno más los viáticos de los pilotos, mientras que el costo de viajar en esas condiciones, pero en un avión gubernamental, no sería mayor a los $6.800", estimó.
A la cola y en problemas
Los países centroamericanos van un paso adelante en materia de facilidades de vuelo para sus jefes de Estado.Todos, excepto El Salvador, disponen de aviones para sus mandatarios.
Incluso el Gobierno de Panamá destina para su presidente un moderno avión Embraer Legacy, de fabricación brasileña, cuyo costo ronda los $27,4 millones y es capaz de transportar al gobernante panameño hasta Europa con comodidades ejecutivas. El Gobierno de Honduras cuenta con un avión Westwind para vuelos regionales, mientras que el primer ministro de Belice, Dean Barrow, cuenta con un moderno jet a su servicio.
Costa Rica, en tanto, opta por pagarle vuelos en aerolíneas comerciales a sus gobernantes. Tal es el caso de la presidenta Laura Chinchilla, que había gastado un total de ¢65 millones en boletos y viáticos para sus viajes al exterior hasta marzo pasado, según información oficial entregada a EF.
Para gozar de la rapidez que otorgan los vuelos privados, el Gobierno acostumbraba pedir prestados jets a ejecutivos nacionales y extranjeros, práctica que prohibió Chinchilla la semana pasada, después de que trascendiera que el último viaje en avión privado que efectuó a Perú lo hizo en el jet ejecutivo de un empresario colombiano que ha sido ligado por varios medios de ese país con la actividad del narcotráfico.
¿Necesidad o lujo?
Everardo Carmona cree que si la sección de Vigilancia Aérea contara con un sistema de administración moderno podría hacerle frente a la responsabilidad de contar con un avión tipo Turbojet para la Presidenta.
Actualmente el avión en mejores condiciones que tiene el país, según Carmona, es un "Piper Navajo" que data de la década de los setentas.
"Un 'King Air 200' serviría para hacer labores humanitarias en zonas como Talamanca, pues es especial para despegar en pistas cortas", agregó Carmona.
Empero, el expresidente de la República, Abel Pacheco de la Espriella, opinó que ni el jefe de estado costarricense ocupa un avión privado, ni el Estado está en capacidad de costeárselo.
"Yo cuando fui Presidente, siempre me movilicé muy bien en aerolíneas comerciales y en clase turista. ¿Para qué gastar más plata? Es hora de contraer los gastos, no de aumentarlos", opinó.
En la Asamblea Legislativa, la semana pasada, varios diputados del PLN opinaron que debería valorarse la adquisición de un avión presidencial.