La falta de aprobación de la reforma fiscal no debería generar acciones abusivas de la Administración Tributaria, en procura de obtener la recaudación que se esperaba lograr con el plan. Cobrar bien no debería implicar cobrar más a toda costa, sino cobrar lo que cada quien debe contribuir. Hemos visto en los últimos años tendencias diversas. La falta de aprobación de la reforma en la administración Pacheco, llevó a una actitud similar. Durante el proceso de estudio de la reforma en esta administración, vimos un cobrador de impuestos bastante más moderado, pero a la vez fuerte en sus posiciones. Últimamente hemos visto de nuevo acciones tendientes a la búsqueda de más tributos, no necesariamente de la forma más justa.
El famoso criterio de incorporación física en materia de impuesto sobre las ventas, ha pasado a ser la excusa para rechazar créditos fiscales en diversos insumos utilizados en la producción de bienes grabados con el impuesto señalado. Vimos, y aún hoy en día existe, en el tema de empaques y envases el vaivén que ha existido, visto en muy pocos temas. Más reciente en algunas industrias, la administración ha rechazado el crédito por electricidad y por repuestos de maquinaria necesaria en la producción de mercadería gravada con el impuesto. Consideramos excesiva la interpretación, y contraria a la ley misma y en especial al Reglamento a la ley general del impuesto sobre las ventas.
Un cobro justo de impuestos genera una actitud positiva en los administrados, de la misma forma que un cobro abusivo de impuestos genera una actitud de defensa en los contribuyentes, lo cual se puede ver reflejado en una menor disposición del contribuyente al cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales. Deberíamos volver al balance previo a la noticia de la no aprobación de la reforma, con el fin de incentivas el cumplimiento voluntario de los tributos.
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