La promesa de una solución para los problemas tarifarios del transporte público se pudrió antes de madurar.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) lleva 20 años calculando las tarifas de transporte público en modalidad autobús con una metodología que ni siquiera está formalmente constituida.
“Hay un excel en el que se hacen los cálculos, pero nada más”, contó el director del Centro de Desarrollo de la Regulación, Marlon John.
Cuando intentó poner la casa en orden por primera vez, en el 2012, los empresarios se opusieron con tal éxito que ahora, tres años después, la metodología sigue esperando un sí que “tiene que darse” pero lo que nadie sabe es cuándo.LEA: Aresep clama por reforma en su legislación.
Las palabras mágicas no llegan y, mientras tanto, los usuarios de los servicios pagan (literalmente) las consecuencias de la inactividad de otros.
Algunos aumentos tarifarios solicitados en el 2014 sobrepasaban el 200%, como en el caso de rutas de Santa Cruz, Esparza y Pérez Zeledón.
Aumento que, según la Aresep, se debe a que los empresarios no actualizaron sus tarifas durante mucho tiempo.
Gasolina baja, pero precios no
¿Por qué tanto clamor ante un cálculo? El precio de los combustibles y la forma en que se definen las tarifas ayuda a explicarlo.
Con el método actual, la Aresep calcula el costo de los combustibles con base en el precio de un solo día: el día en que se lleva a cabo la audiencia pública para modificar la tarifa.
Si la gasolina subió justo ese día, los usuarios siguen pagando ese precio durante el resto del semestre o del año.
La nueva metodología plantea calcular ese monto con el promedio del precio de los combustibles de los últimos seis meses anteriores a la audiencia.
Entre otros rubros, la fórmula que se usa actualmente también puede agredir el bolsillo de sus usuarios con el cálculo de la demanda del servicio.
La tarifa que pagan los usuarios debe cubrir todos los costos en que incurren los prestatarios para brindar el servicio.
LEA: Costo operativo de Recope encareció gasolina súper al subir un 35%
Mientras menos demanda exista, más caro saldrá el pasaje.
¿Y quién le impide al empresario mentir? Una declaración jurada so pena de castigo penal y la promesa de una auditoría que ni el Consejo de Transporte Público (CTP) ni la Aresep pueden costear, según sus jerarcas.
Por eso, la Aresep pretende realizar estudios cada cierto tiempo con datos que le proveería el CTP y que vendrían contabilizados por las barras y el pago electrónico directamente, sin la mano del concesionario.
A los empresarios esa idea no les hace nada de gracia y alegan que la Autoridad se convertiría en juez y parte.
En general, les parece que la nueva metodología va en contra de sus finanzas y el futuro de las familias de los choferes.
¿Y entonces, qué hacemos?
En medio del embrollo, la Aresep tampoco ha implementado pequeños cambios que podrían desahogar los bolsillos de los usuarios de buses del país (más del 80% de la población de la Gran Área Metropolitana).
Antes del 2012, el ente regulador utilizaba una serie de herramientas complementarias que le ponían un tope a los costos que reclamaban los empresarios.
Luego de una lluvia de demandas interpuestas contra la Aresep (por las que ahora le debe millones de colones a los empresarios) por el uso de las herramientas, la Sala I por fin le exigió que las eliminara.
Si quería volver a utilizarlas, tendría que presentarlas nuevamente en una audiencia pública.
Las nuevas herramientas nunca se gestionaron porque ya algunos topes están incluidos en la nueva metodología. “En eso enfocamos la energía”, contó John.
Es decir, la solución temporal no llega porque la Aresep quiere aprobar la solución completa; pero esa pomada canaria lleva tres años en cocción, sin que los usuarios prueben sus bondades.