Febrero es el mes de oro para vendedores de flores, chocolates... y diamantes: de acuerdo con voceros de las joyerías Müller 1900 y Dérico Cavallini, este mes y diciembre son los únicos que presentan picos en las ventas de estas joyas, que durante el resto del año se venden con ritmo constante.
El diamante sigue siendo la piedra favorita para representar el compromiso, y los clientes los prefieren en solitario, con corte estilo brillante (contorno redondeado) y montados en oro blanco de 14 quilates. A partir de ahí, todas las combinaciones son posibles.
Según Gilberth Cavallini, de la joyería D. Cavallini, en Multiplaza del Este, los tamaños más buscados son de 20 a 50 puntos. “Sin embargo, los clientes también buscan los diamantes de un quilate, que son más vistosos y costosos”, explica.
Para Julio Vargas, de la joyería Müller 1900, además del oro blanco, “el oro amarillo y el rosado también son muy populares, y otros cortes como marquise , princess , perla y corazón están entre los favoritos, pero muy lejos del Brillante, que es el corte clásico”.
Este establecimiento es distribuidor autorizado de la marca estadounidense Tiffany y desde el 2010 ofrece a sus clientes el servicio de traer al país los anillos directamente de las tiendas de la marca en Estados Unidos y al mismo precio (antes de impuestos).
Los tamaños y las formas se pueden buscar por Internet, pero lo más importante es la talla, porque muchos anillos de Tiffany se fabrican con platino y este metal no se trabaja en nuestro país para reparaciones de joyas, por lo que no se podría ajustar si a la novia no le queda bien.
Elegir es todo un reto
Para un comprador primerizo, la tarea de encontrar el anillo correcto puede resultar abrumadora. A las joyerías llegan preguntando por “perlas” o “brillantes” pero buscando diamantes. Los establecimientos reconocidos cuentan con vendedores que asesoran a los visitantes e incluso muestran materiales impresos que faciliten la toma de decisiones.
“Los diamantes se clasifican de acuerdo con cuatro características principales: corte, peso, color y claridad. Para medirlas se necesita equipo especial certificado, porque quien no es conocedor, no nota las diferencias. Todo esto se lo explicamos a los clientes”, explica Cavallini.
Y la variable menos constante es el precio, porque no está relacionado directamente con alguna de esas características, sino con la suma de todas. “Un anillo con un solo diamante de 100 puntos (un quilate) es mucho más valioso que otro con cinco diamantes de 20 puntos (0,20 quilates), aunque el peso final y las características sean iguales”, detalla Vargas.
¿Entonces, cuál criterio debe utilizar para la compra? El gusto, de la mano con el presupuesto, porque en materia de opciones no hay límites.
“Siempre le digo a los novios que compren algo que también les guste a ellos, ¿cómo van a decidirse a pagar por una joya que no les gusta? Pero ahora también es mejor ir a la segura, muchos vienen primero con la novia, a sondear cómo reacciona ante los diferentes diseños; otros vienen directamente a que ella les diga cuál quiere, porque en este tema no está de más asegurarse una respuesta positiva”.
Recuerde: en ninguna joyería aceptan devoluciones.
¿Oro de colores?
Original: El único color con el que se encuentra el oro en la naturaleza es el amarillo, las otras tonalidades se consiguen mezclando esa base con metales como cobre y paladio.
Mezclas: Anillos de 14 quilates de oro blanco, amarillo o rosado, deben tener la misma cantidad de oro puro: 14 quilates. Esto se debe a que el oro en estado natural es de 24 quilates, pero dúctil y maleable, es decir, no es sólido. Debido a esto, incluso el oro amarillo se mezcla para poder fabricar las piezas. La mezcla se hace sobre la base de quilates con la que se comercializará el oro: 18, 14 o 10 quilates son los que más se usan en nuestro país. La cantidad faltante para llegar a 24 es la correspondiente a la mezcla.
Fuente Joyeros entrevistados.