El entusiasmo por hacer cine, en estos últimos años, no ha sido exclusiva de profesionales del audiovisual. Algunas personas sin experiencia en el campo, han decidido hacer su película, aun cuando luego se han enfrentado con la imposibilidad de proyectarla en los cines comerciales.
Es el caso de los tres largometrajes del artista plástico Gerardo Selva. Chirripó (2000), Tu no estás en mis zapatos (2009) y Semana U (2014). La primera es un intento de concientización sobre los problemas ecológicos en el país. La segunda es un proyecto colegial ya que Selva es profesor de teatro en la Escuela y Colegio Del Valle, en Pérez Zeledón. La preocupación del filme es la adolescencia y las problemáticas personales de los chicos, sobre todo de aquellos con hogares disfuncionales. Semana U aborda la temática de los jóvenes universitarios, el problema de las drogas y una reflexión sobre el lugar del ser humano en el universo, en una comedia entre psicodélica y pop. El director tiene claras sus limitaciones profesionales con el cine, por lo cual dice que se inserta en un “neorrealismo pesetero”.
De igual modo, no llegó a los cines la esotérica Adentro/Afuera (2010), de Jason Nielsen, en la que se mezclan tres historias, en diversas dimensiones, ni Promesa de amor (2005), ópera prima del director de El psicópata (2008), que si bien fue criticada, por el “morbo” del tema, sí estuvo en cines.
En el 2013 se realizaron dos filmes que tampoco lograron entrar al circuito comercial: la cartaguinesa Amaurosis , de Wainer Méndez, ni Historia de un Oscar , de Dyrson Brown, aún cuando esta última se exhibió en el Festival Internacional de Cine San José, Paz con la Tierra.
Los resultados son desiguales pero es evidente que no han logrado el nivel técnico y artístico de otras producciones que sí se han presentado en pantalla grande.