Como ir de visita a la casa de unos queridos parientes o amigos cercanos. Así se siente una en este restaurante, que se inauguró hace apenas unas pocas semanas, en el que trabaja el dueño, que es el chef Orvietto Morales, con su hija como sous chef y su hijo como camarero. Algunas de las recetas, sobre todo las de originales salsas y chutneys , formaron parte de la producción de la pequeña industria del abuelo, quien tuvo una fábrica en los sesenta llamada, precisamente, La 22.
Por ahora, la oferta del día cabe casi completa en una pizarra que figura a la entrada. Sobre todo de lunes a miércoles, porque de jueves a sábado el local abre para la cena y se incorporan más platillos a la lista.
Nuestro acompañante en la segunda visita fue el pintor Fabio Herrera, quien ha incursionado con éxito en acuarela, xilografía, serigrafía, pintura, grabado y dibujo
Entradas
Bruscheta con mozarella, jamón y piñones. Sabrosa y de buen ver.
Crema de tomates rostizados. De gusto agradable, buena consistencia y un acierto el crocante de parmesano que la completa. Tibia al llegar a la mesa.
Crema de lentejas al curry. Delicados sabores, bien definidos.
Mozarella di Capri. Tomate, queso mozarella , albahaca y pesto. Servida en original forma de torre. El balsámico va a un lado, como parte del emplatado y no colorea el queso ni los vegetales, lo que hace al plato más atrayente.
Platos fuertes
Tagliatelle con mejillones. Pasta fresca de la casa, bien lograda, con cuatro mejillones en crema de albahaca y parmesano.
Pollo en reducción de chipotles, vino tinto y miel de tapa. Pechuga jugosa. Se aprecian distintamente los tres sabores.
Ravioli con hongos y ravioli con espinacas. Hechos en casa. Muy buenas las porciones. Confección correcta, lástima que llegaron a la mesa apenas tibios.
Churrasco con chutney. La carne un poco dura, no convenció. El chutney , delicioso, la sobrepasaba. Acompañada de ensalada con queso feta y tomates cherry.
Postres
Torta de queso con jalea de chocolate. Aterciopelada y con el dulzor exacto.
Rogel. Torta rústica, pariente de la torta chilena, con una masa de forma desigual y dulce de leche. Lucha contra el preconcepto de torta chilena que tenemos, de capas muy delgadas y simétricas, así que debe ser gusto adquirido.
Pera chilena con vino Malbec. Se cocina a fuego lento por varias horas y se logra un excelente efecto, tanto visual como en las papilas gustativas.
Delikatessen
Después de siglos en que las mujeres estaban relegadas a la cocina doméstica y solo los hombres podían ser chefs, hay ahora hábiles y respetadas chefs en París, ejemplos:
Tatiana Lehva, de origen filipino, quien trabaja en Le Servan, con una carta que cambia diariamente.
Stéphanie Le Quellec en La Scene, en el Hotel Prince de Galles, que ha merecido una estrella Michelin con solo un año allí.
A tomar en cuenta
Para el establecimiento
› Las pequeñas servilletas de papel no le hacen honor al bonito ambiente del lugar.
› La carne no estuvo a la altura de otros platillos y hay que cuidar la temperatura de las pastas.
› Buena iniciativa la de imprimir próximamente una carta permanente y mantener la pizarra para los especiales del día.
Para los clientes
› Unas doce mesas y un ambiente minimalista y casero, con productos frescos elaborados en casa.
› Hay un menú del día con especiales; también paninis y pastas variadas.
› El ambiente es cálido e informal.
El emplatado es más bien discreto, como corresponde a la vocación
del lugar.
› El servicio, cuidadoso y amable, invita a volver.
› Para ver especiales y novedades: facebook.com/la22gastronomia
Restaurante: La 22 Gastronomía
Calificación Final: Tres caracoles y medio
Dirección: Diagonal a la esquina sureste de la Clínica Católica, Guadalupe.
Teléfono: 40-30-15-00
El otro menú
Fabio Herrera, pintor de cuerpo entero
Fabio Herrera es un artista reconocido en la plástica nacional, pero eso no le ha hecho perder su asombro infantil ante la vida ni su trato llano y cordial.
—¿A qué edad descubrió su vocación como artista plástico?
—"Creo que nací con un pincel en la mano. Recogiendo las hojas secas del almendro en el patio de la casa, inconscientemente descubrí que menos es más y que por dialéctica buscamos los contrarios. La vida se complica continuamente. Nos hicimos consumistas de imágenes, placeres, ideas, deseos. El arte y la pintura, inseparables compañeros de mi vida, me han enseñado lo poquito que sé. Todos los días descubro que soy pintor, por la forma en que muevo las manos, por la manera en que acaricio la materia".
—¿Con cuál técnica pictórica se siente más a gusto?
—"En artes plásticas la técnica es solamente el recurso material para realizar la obra: como el agua, aceite, tintas, grafitos, pinturas industriales, serigrafía, impresiones con inyección de tinta, aplicaciones digitales y otras. En mi caso, uso la acuarela, el óleo o los acrílicos indistintamente para crear mis imágenes. En la actualidad se mezclan unas con otras y las posibilidades ópticas son mayores. No tengo una preferencia específica por alguna determinada técnica. Amo el dibujo como disciplina y porque lo considero lo más esencial y fundamental para cualquier resultado. Con el dibujo se puede ser muy simple. Un carboncillo y un papel o con un bolígrafo en una libreta se puede hacer un apunte de lo que después será toda una historia visual. Los recursos técnicos son infinitos y disfruto mucho experimentar".
—Si tuviera que definirse usando un color, ¿cuál sería y por qué?
—"Los colores de antes se llamaban: amarillo, como amar; magenta, como magnifico; azul ultramar, como su nombre; violeta, como la flor. Los colores de antes y los de hoy con más sentido, son infinitos. Los colores del Pacífico son unos y los del Índigo son otros. El rojo en la China y el verde en Brasil. El color de un recién nacido es uno y los colores de un cadáver son otros. Un rostro violento es de un color y la cara de un aterrorizado es de otro. No tengo preferencia por ningún color. Todos los colores son vida y todos los colores son muerte. El pintor es el paso entre ambas. Los grises dicen que no son colores, se ponen celosos por no serlo, por lo que se autodenominan gris verdoso, gris azulado. Por los colores, la gente se vuelve loca, se pelea y hasta muere. Los colores son origen de guerras y medios para engaños".
—¿Hay temas recurrentes en su pintura?
—"El paisaje. El paisaje se ubica dentro y fuera de dos líneas. Los niños lo entienden como cielo y tierra. Entre el cielo y la tierra todo existe, lo real y lo inventado. Los temas de un pintor están cubiertos de paisaje. Con arquitecturas vernáculas y con suntuosos mares. En los paisajes crecen inmensos árboles y mueren pájaros todos los días".
—De poder escoger un lugar donde vivir, ¿cuál sería?
—" Vivo donde estoy, existo donde he vivido. He conocido muchas ciudades; a todas las he amado y en todas he sufrido. El mundo tan pequeño se hace inalcanzable con tantas maravillosas ciudades para enamorarse de todas. La ciudad en que me gustaría vivir se llama Ciudad Quesada".
—Si no fuera pintor, ¿qué le gustaría ser?
—"Soy, fui y seré pintor siempre que pueda. El paso por esta vida se me hace cada vez más corto. He gastado los minutos de mi existencia pintando en los ríos y en los barrios periféricos. Las horas no existieron, el tiempo se encoge con los días. Pareciera que el tiempo está en mi contra para que pueda pintar todo lo que falta".
—¿El proyecto futuro más importante?
—" Vivir y morir en paz".
Con esa frase contundente, que en su brevedad es todo un credo ético y estético, termina una cena familiar, con grata conversación y agradables platillos.