Entrevista a Ana Jurado, doctora en psicología.
¿Cómo se debe preparar la familia para despedirse de una mascota?
Lo primero es aceptar que esa mascota es parte integral e importante de la familia y que debemos honrarla como tal. Después hay que tomar conciencia de que a todos nos llega el momento de partir, descansar. Es importante tratar de que los niños, sobre todo, comprendan que ese momento ha llegado. Si no es una muerte por trauma, si es eutanasia porque está muy enfermito, toda la familia debe tener la oportunidad de despedirse del animal, con el espacio adecuado.
¿Y una vez que el animal ya no está, qué recomienda?
Si queremos conservar fotos, recuerdos, con amor y cariño, eso también es importante, que podamos tener espacios para recordarlos. Y si se va a incinerar o enterrar, pueden participar de ese proceso si se quiere.
¿Por qué desaconseja comprar otra mascota?
Porque en realidad esto que hacen los adultos con los animalitos tiene que ver más con dependencia: es pensar no puedo existir con mi soledad, correr a reemplazarlo. Se parece un poco a lo que pasa con las personas que no pueden estar sin pareja.