Ambiciosamente quise darme a la tarea de contarles en esta pequeña columna, cuáles son las categorías de whisky que existen. Resulta que esta bebida tiene diferentes formas de clasificarse: por origen, por materia prima y por añejamiento.
Existe el whisky de grano, el de malta o el blended (una mezcla de grano y malta).
Los granos utilizados son cebada, trigo, maíz o centeno, mientras que la malta es el resultado del malteado de estos granos, lo que le da un característico aroma y sabor al whisky .
El tradicional scotch whisky , producido exclusivamente en Escocia, y el whiskey irlandés se elaboran de una mezcla de cebada y trigo, el canadian whiskey utiliza 100% centeno, mientras que el bourbon ( american whiskey ) se elabora principalmente con maíz y otros granos.
Dentro de los whiskies de grano, se encuentra el single grain . Este se elabora mayoritariamente de grano y necesariamente en una sola destilería. Su homólogo en los de malta es el single malt , existiendo tantos como destilerías diferentes existen en Escocia, cada uno de ellos con su propio perfil de aromas y sabores. Siempre entre los de malta, el pure malt o vatted malt , corresponde al whisky elaborado con una mezcla de maltas.
El blended es el más importante a nivel mundial y cada marca tiene su propia receta; este es diferente incluso entre whiskies de una misma familia.
En cuanto al añejamiento, existe la categoría standard con cinco a ocho años de añejamiento en barricas. Incluye a los clásicos Johnnie Walker Red Label, Grant’s y J&B. Escalando en calidad están los deluxe con 12 años de añejamiento. Chivas 12, Johnnie Walker Black Label, Buchannan’s 12 y Glenfiddich 12 pertenecen a esta categoría. En la punta de la pirámide están los super deluxe . Acá encontramos los de 15, 18 y 21 años.
Para los que siempre están buscando rarezas, existen de 25 y 30 años, pero son muy poco frecuentes, normalmente solo para coleccionistas y producidos en pequeñísimas cantidades.