Si Mahoma no va a la montaña... la escalada se rodeó de cuatro paredes y renunció a la exclusividad del aire libre para instalarse en la capital josefina.
Los ingredientes son los mismos: pasión, técnica, adrenalina, trabajo en equipo, altura, reto, concentración, estrategia, esfuerzo, dificultad y aventura.
¿El resultado? un deporte que pondrá a trabajar la mayoría de músculos de su cuerpo... inclusive aquellos que ni usted sabía que podría fortalecer.
Las ventajas de practicar un deporte de montaña “bajo techo” no tardan en fluir: cercanía a lugares de trabajo, inmunidad al clima, seguridad, presencia de un equipo de profesionales que lo guiarán en su ascenso y descenso y un grupo de “fiebres” deportistas que cada tarde o noche se proponen vencerse a sí mismos.
Entre paredes de plywood y agarres de resina, la escalada deportiva bajo techo no tiene reservas por edad, sexo, peso o altura. El único requisito es ponerle ganas y actitud.
Pronto confirmará que se trata de un deporte muy intenso que combina esfuerzo físico, enfoque y resistencia con estrategia, explica Asís Ftiz, socio de Eskalar, Centro Deportivo de Montaña y Altura, ubicado en Pavas.
El entrenamiento
Aunque pareciera que el trabajo se concentra en las manos, no es así.
Gran parte del esfuerzo lo realizan las piernas, lo que reta al deportista a combinar técnica con flexibilidad, condición física y una estrategia metal que le permita identificar cómo y hacia dónde movilizarse y descubrir cuándo es adecuado esperar y descansar, hacer balance, mantenerse y relajarse en inclinaciones y supinaciones.
En las rutas específicas podrá fortalecer las piernas y los brazos. La dinámica es seguir los agarres que se asignan dirigiendo pies y manos según el color. La ruta dependerá de su condición física y experiencia.
Altura horizontal
Antes de “lanzarse” a escalar paredes verticales con rutas definidas, la recomendación es que dedique algunos minutos al boulder (escalada horizontal a pocos metros). La caída es asegurada generalmente con una colchoneta o crash pad.
En el boulder se escalan paredes de 3 a 5 metros y requiere de movimientos dinámicos, explica Julio Arce, dueño de Eskalar.
Lleve ropa cómoda y liviana, en el centro deportivo le alquilarán zapatos especiales, bolsa para magnesio, cuerda, mosqueteros y arnés.
Para empezar con este deporte se recomienda entrenar de 2 a 3 veces por semana, una dos horas por sesión, recomienda Daniel Guevara, instructor del Gimnasio de escalada Mundo Aventura, ubicado en La Sabana.
Escalar tonifica, funciona como un excelente antiestrés y puede llegar a convertirse en un deporte para toda la familia, detalla Guevara.
La tarde cae en las afueras de la capital, sin embargo en el gimnasio desaparecen las horas. Las paredes no dan la autorización para sentir la luz exterior, y el éxtasis de la voz de un “ ¡Vamos! ¡Ya falta poco!” distrae intencionalmente en una atmósfera de trabajo en equipo, retos, músculos y pasión.