Mientras las casas fabricantes libran una guerra para fabricar el mejor teléfono de todos los tiempos, en las oficinas muchos gerentes ni se fijan: ya tienen su marca elegida y no la cambian por nada.
Este es el caso de Harvey Wills, Country Manager para Guatemala, Costa Rica y República Dominicana, de British American Tobacco Caribe y Centroamérica (Batcca), un enamorado y defensor del iPhone.
“La razón es que la experiencia total de utilizar el iPhone sobrepasa la de cualquier opción en el mercado, desde la experiencia de compra hasta los atributos del aparato, las aplicaciones, conectividad”, asegura.
En la misma línea está Carlos Meléndez, gerente de negocios de Interbolsa, quien a pesar de una mala experiencia regresó a Apple. “Al inicio el BlackBerry para cuestiones de trabajo era muy superior, pero después el iPhone lo superó y por eso lo tengo. Hoy la cantidad de aplicaciones de iPhone es grandísima y continúa creciendo”, opina Meléndez.
En la acera de enfrente está Claudia Mora, ejecutiva senior de Banco Davivienda, una seguidora de Samsung “porque me gusta mucho más que los iPhones y porque la relación precio-beneficio ha sido desde el principio mucho mejor. Adicionalmente, las aplicaciones son gratis y la interfase de usuario es mucho mejor”.
Mora agrega, como otra fortaleza, que optar por un teléfono Samsung “es diferente, menos personas lo tienen, de hecho en estos momentos tengo el Galaxy SIII mini en color blanco y casi nadie en Costa Rica lo tiene”.
También opina así Mauricio Méndez, gerente regional de ventas de Cervecería Costa Rica. “Estoy usando el Galaxy SIII, realmente es un teléfono con todo lo que se ocupa, muy amigable para el correo electrónico y el Internet, es liviano. Bien vale la pena, estamos a la expectativa de lo nuevo que pueda traer el 4”, dice.
Y el primer teléfono que fue sinónimo de trabajo, el BlackBerry, también tiene quién lo defienda.
Mauricio Gil, gerente general de Serquimsa, asegura que además de las facilidades que le da su teléfono, sus contactos laborales “usan, en su mayoría, el BB, lo que facilita la comunicación entre las partes. Otros teléfonos como el iPhone, son percibidos como la opción de personas más enfocadas a la moda y al diseño que al trabajo, y por lo tanto reduce la imagen profesional”.
Por su parte Andrés Ulate, gerente regional de mercadeo y comercial de Cinépolis, prefiere los teléfonos BB porque “tienen una buena mezcla en la interfase, con teclado Qwerty y pantalla táctil, además de una plataforma muy estable y sobre todo segura”.
Eso sí, de los consultados, Ulate es el único dispuesto a cambiar su teléfono por uno de marca rival, pero para eso sería necesario “que Android mejorara la seguridad, tanto para el intercambio de correo como con la mensajería instantánea gratuita”.
Este caso lanza una luz de esperanza a los fabricantes que buscan un lugar en las preferencias de los gerentes, que no son el público más abundante, pero tienen a su favor un valor que otros públicos no dan: el prestigio.
Y si el pionero BlackBerry se reinventa como dice que lo hará con su Z10, los demás tendrán que estar atentos, porque BB apuesta a recuperar el terreno que fue suyo en el inicio de los tiempos.