La apertura no toma por sorpresa a nadie. Veinte años han sido un plazo suficientemente amplio para prepararse debidamente de cara a la dura competencia que podría avecinarse.
La llegada del arancel a 0% en 2025, sobre un mercado que ha permanecido históricamente protegido, pone en igualdad de condiciones al gigante lácteo costarricense con los ganaderos norteamericanos.
Desde pequeños productores hasta firmas como Turrialba Gourmet y Dos Pinos están alerta ante la presión que pondrá la desgravación arancelaria en 2025 sobre un mercado históricamente protegido.