Etiquetas capitalismo

No debemos achacar al capitalismo, a pesar de sus limitaciones, el alto desempleo en nuestro país, la vulnerabilidad del Estado, las debilidades de la Caja Costarricense de Seguro Social o el déficit fiscal que impide que hoy dispongamos de recursos suficientes en la emergencia. El origen de estos problemas reales lo encontramos en nuestra indolencia para resolverlos.


Necesitamos con urgencia estados emprendedores que inviertan más en innovación en áreas como la inteligencia artificial, la salud pública, las energías renovables, etcétera. Pero esta crisis es un recordatorio de que también necesitamos estados que sepan cómo negociar, para que los beneficios de las inversiones hechas con dinero de la gente vuelvan a la gente.


Los ultra ricos (o al menos, los razonables) se sienten amenazados por la aplastante precariedad en la que se está hundiendo la mayoría. Como predijo Marx, forman una minoría con poder supremo que se muestra incapaz de dirigir sociedades polarizadas que no pueden garantizar una existencia digna a quienes no poseen activos.