Para este año, la proyección oficial del crecimiento total del crédito al sector privado en dólares es de 5,5%, pero en el 2013 el aumento fue de 16,8%.
Según estos datos, el aumento de los préstamos en moneda extranjera perderá fuerza, aunque continuará a tasas bajas, mientras que en colones mantendrá el impulso.
Los principales prestamistas en moneda extranjera son los bancos privados, pero los públicos también tienen un saldo considerable en sus carteras.
Una de las razones del cambio en las proyecciones son los obstáculos que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) pretende poner en el camino del endeudamiento en moneda extranjera.
El más reciente fue el anuncio de establecer un encaje (cobro) de 15% a todo endeudamiento de mediano y largo plazo que los bancos locales hagan en el extranjero. La medida aún no se ha implementado.
El objetivo del Central es más grande, según su presidente, Olivier Castro, pues es necesario reducir la dolarización en la economía.
“Las medidas que estamos tomando pretenden crear incentivos para desdolarizar la economía y parte de esa desdolarización anda por el crédito”, dijo.
Al bajar la participación de la moneda estadounidense dentro de toda la economía, también se reduce el riesgo cambiario.
En los préstamos se manifiesta con más claridad ese riesgo, pues ante eventuales devaluaciones, aumenta el costo de la operación.
Los mensajes y las acciones emitidas por parte del BCCR y de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) revelan sus preocupaciones por las deudas en dólares.
Además, el Central está interesado en que las tasas de colones y dólares que se cobran en los préstamos se asemejen más entre sí. Los intereses en dólares son comparativamente más bajos y, por lo tanto, el costo de las cuotas es menor.
¿Por qué preocuparse por las deudas en dólares? En el primer semestre del 2014, el tipo de cambio tuvo una alta volatilidad y generó una reacción entre los deudores al bajar el crecimiento de los préstamos en esa moneda.
Fue un ejemplo de que la volatilidad cambiaria puede resultar en un problema financiero para los deudores que carecen de ingresos en dólares.
El reciente anuncio de la implementación de la flotación administrada hace más claro ese riesgo.
Por el momento, el Central mantendrá vigilado el comportamiento del tipo de cambio, pero a mayor plazo existe la posibilidad de que le dé más libertad y las variaciones sean más amplias que unos cuantos céntimos de un día a otro, como lo ha hecho en meses recientes.
Menos dólares
Para Vidal Villalobos, economista del Portfolio Advisory Group de Scotiabank, la intención del Central es clara, pero advierte que para bajar la dolarización debe considerar una serie de factores.
Si el tipo de cambio sigue relativamente estable, estaría asumiendo el riesgo que deberían tomar los deudores.
“El BCCR debe ser más claro en el mensaje, pues si con su intervención mantiene casi fijo el valor de la divisa no estaría necesariamente respetando la tendencia de mediano plazo que el mercado muestre”, agregó.
Hairo Rodríguez, gerente interino de Banco Cathay, agregó que, junto a los mensajes, están la regulaciones impulsadas por Sugef, las cuales han ocasionado que los intermediarios aumenten su patrimonio, las estimaciones y los requerimientos de liquidez para la gestión en dólares.
Los ejecutivos bancarios insistieron en que la oferta de créditos en moneda extranjera también responde a la demanda.
Jonathan Valembois, gerente de administración y finanzas de Banco Lafise, afirmó que la preferencia de los clientes por los dólares es clara y esto depende de los costos de cada moneda.
Villalobos dijo que si el mercado sigue solicitando este tipo de préstamos y en los mercados extranjeros la liquidez se mantiene alta como ahora, entonces estas operaciones continuarán creciendo, siempre y cuando el encaje propuesto no eleve en gran medida el costo.
Para el gerente del BAC San José, Gerardo Corrales, limitar este endeudamiento podría perjudicar a los generadores de ingresos en dólares y que carecen de riesgos como el sector turístico, exportador y el de servicios.
El eventual éxito que pueda tener el Central dependerá del progreso que tenga la colonización de las carteras, que en el 2014 se inclinaron con un poco más de fuerza hacia la moneda nacional.
También dependerá del nivel que tengan las tasas locales. Para los banqueros, una Tasa Básica Pasiva en porcentajes bajos y estable, así como pocas presiones del déficit fiscal, son elementos que favorecerían al BCCR.