El dinero que el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) destinará a prestar a las entidades que componen el Sistema Financiero Nacional de Vivienda crecerá solamente ¢100 millones este año.
La cifra total a colocar del Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi) alcanza los ¢14.350 millones, lo que significa un incremento del 0,70% con respecto al total de colocaciones realizadas el año pasado.
Más recursos se dirigirán al otorgamiento de bonos de vivienda (a través del Fondo de Subsidio de Vivienda, Fosuvi) en sus diferentes modalidades.
En total, serán ¢80.000 millones los que servirán para auxiliar a los costarricenses que busquen una solución habitacional y que cumplan los requisitos para recibir este apoyo financiero. La suma representa un incremento de 2,38% con respecto a los ¢78.140 que la entidad estatal tenía presupuestada para el 2012.
El 60% estará destinado a bonos ordinarios y a los noveles bono diferido y bono de segunda planta. Estos dos últimos instrumentos están dirigidos a las familias de clase media y están apenas introduciéndose en el mercado.
Los fondos restantes serán para la atención de las familias en situación de extrema necesidad, la población indígena y la erradicación de tugurios.
Fondo codiciado
El crecimiento más que modesto del dinero que el Banhvi destina a préstamos de segundo piso (Fonavi), contrasta con el alto interés que existe entre las entidades del Sistema Financiero de Vivienda por estos recursos.
“Siempre tenemos interés en acceder a los recursos de que dispone el Banhvi. El problema son los topes de cartera que ellos tienen, pues muchas entidades ya los tenemos copados”, aseguró Francisco Montoya, gerente de Coopealianza.
Esta alternativa de fondeo es también atractiva para Coopenae, que este año espera obtener alrededor de ¢2.100 millones.
“Desde que se cambió el porcentaje máximo de financiamiento por entidad, pasando de 40% a 20% hace ocho años, Coopenae no ha tenido acceso a fondos del Fondo”, explicó Adrián Álvarez, subgerente de la Cooperativa.
Coopeservidores también pretende llevar su financiamiento con el Banhvi al tope, solitando entre ¢2.000 y ¢3.000 millones, según explicó su gerente financiero, Mario Campos.
De acuerdo con la regulación de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), el Banhvi puede prestar a una entidad autorizada un monto que no supere el 20% de su patrimonio.
Dado que a noviembre de 2012 el patrimonio fue de ¢57.497 millones, el financiamiento máximo por entidad autorizada es ¢11.500 millones.
“Esto ha limitado en los últimos ocho años la posibilidad de que Coopenae coloque recursos de Fonavi”, señaló Álvarez.
El crecimiento del Fonavi para este año es el comportamiento habitual, según aseguró Juan de Dios Rojas, gerente del Banhvi.
Para clase media
Las novedades del Banco se concentran este año en instrumentos que pretenden facilitar el acceso de la clase media a crédito para vivienda.
El primero de estos es el bono diferido. En este esquema el aporte del Estado se utiliza para cubrir parcialmente las cuotas del crédito de vivienda que alguna de las entidades autorizadas otorga a una familia.
Esta ayuda tiene un plazo que va desde los 3 años hasta los 10 años dependiendo de los ingresos que perciba el núcleo familiar, pero siempre será descendente.
“El objetivo es que, al ir disminuyendo gradualmente el aporte del bono, cuando se acabe, la familia esté en posición de hacerle frente al total de la cuota”, comentó Rojas.
Para poder contar con este empujón, las familias deben tener ingresos menores a seis salarios mínimos de un obrero de la construcción no calificado. Este monto ronda actualmente los ¢1.313.000.
Las condiciones del crédito son las que defina la entidad financiera autorizada, pero estos deben estar aprobados por el Banhvi.
Hasta el momento, solo el Grupo Mutual está ofreciendo créditos apoyados por el bono diferido, y espera colocar ¢1.066 millones este año.
Sin embargo, la competencia podría llegarle pronto. La Mutual Cartago (Mucap) está próxima a tramitar su propio programa ante el Banhvi.
“Mucap sí tiene previsto ofrecer el bono diferido en el primer trimestre de este año”, especificó Eugenia Meza, gerenta general de Mucap.
Las autoridades del sector vivienda han propiciado, además, reuniones con los bancos del Estado, y al menos el Banco Popular analiza la viabilidad informática y operativa para la implementación de este tipo de bono, aseguró Geovanni Garro, subgerente general de Negocios.
Garantía
Otra de las novedades es la implementación de un programa de operaciones garantizadas programada para marzo.
El objetivo es auxiliar a las familias que califican para comprar su primera vivienda pero que no cuentan con el monto de la prima.
El Banhvi garantiza a la entidad que otorga el préstamo hasta un 75% de ese dinero; el restante 25% debe ser asumido por el núcleo familiar.
De presentarse una situación de mora, el Banco traslada a la entidad financiera el monto que garantizó. Las casas que podrán financiarse con créditos garantizados por el Banhvi no podrán tener un valor superior a los ¢83 millones.
Asimismo, completa la triada de innovaciones el bono de segunda plata.
“Tenemos un menú de productos financieros para la clase media, pero estos deben de pasar por la prueba de ácido en el mercado”, estimó Guido Alberto Monge, ministro de Vivienda y presidente del Banhvi.
Más alternativas
El bono diferido y las operaciones garantizadas son dos de los instrumentos con los que el Gobierno pretenden facilitar el acceso de la clase media a una vivienda propia.
Bono diferido: Los ingresos del núcelo familiar no pueden exceder los ¢1.313.000 por mes. El bono puede ser utilizado para la compra de vivienda existente, compra de lote y construcción, construcción en lote propio o mejora de la vivienda propia. El aporte del bono se utiliza para cubrir un porcentaje de la cuota del crédito, el cual disminuye en el tiempo. La tasa de interés las define cada entidad financiera.
Operaciones garantizadas: El Banhvi garantiza a la entidad que otorga el préstamo hasta un 75% de ese dinero; el restante 25% debe ser asumido por el núcleo familiar.
Fuente Banhvi.