La confianza de los consumidores mejoró en junio pasado, pero sin que se considere que existe optimismo sobre las condiciones económicas.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de EF, tuvo un puntaje de 4,7 puntos, cifra que muestra un 20% de mejoría con respecto a la última medición que fue en marzo del 2014.
El avance en las condiciones expresadas por los consumidores aún es insuficiente para afirmar que existe confianza, pues se necesita que el Índice sea igual o mayor a 5 puntos.
El mejoramiento se debe a que los consumidores consultados dijeron tener más optimismo sobre las condiciones económicas con respecto a la que tenían hace un año y también subió la cantidad de personas que espera estar mejor dentro de 12 meses.
El nivel actual del ICC es el más alto desde enero del 2012; desde ese entonces el indicador se deterioró hasta tocar fondo en julio y noviembre del 2013 con un valor de 3,7 puntos.
El dato más reciente (marzo del 2014) fue de 3,9 puntos.
El ICC lo elabora la firma Unimer para EF y se basa en una encuesta telefónica a 400 personas, muestra que se fundamenta en los datos del último censo nacional del 2011.
El indicador es el resultado de la puntuación de cinco preguntas relacionadas con la situación económica actual, sobre las expectativas para mediano y largo plazo. También se consideran las condiciones o disponibilidad que tienen las personas para hacer compras de artículos duraderos y de alto valor para el hogar (refrigeradoras, lavadoras, televisores).
El Índice se calculaba mensualmente hasta marzo pasado, en la cual se acumularon más de 100 observaciones. A partir de junio, se hará bimensualmente.
Sin tendencia
Aunque el ICC tuvo una mejoría significativa, una sola medición es insuficiente para determinar si la tendencia para este año representará un aumento que llegue hasta los niveles que reflejen confianza.
El economista Luis Mesalles explicó que existe un factor que en el primer semestre pudo haber ocultado el pesimismo económico entre los consumidores. Fue el propio crecimiento de la producción medido por el Índice Mensual de Actividad Económica, que ha venido creciendo hasta reportar una variación interanual de 4,6% en abril pasado.
En un estudio de correlación y causalidad realizado en abril del 2013, se demostró que lo reportado en el IMAE se refleja posteriormente en el ICC con un rezago de dos a seis meses. Es decir, los resultados de la producción de abril deberían tener correlación con la confianza del consumidor a partir de junio e incluso en agosto próximo.
Juan Carlos Crespo, gerente general de tienda La Gloria de San José, confirmó que este año han visto un aumento en las ventas, específicamente desde mayo pasado.
Crespo confirmó que esos mejores resultados, con respecto al 2013, se mantuvieron hasta la primera mitad de junio, cuando notaron que se desaceleró el movimiento en la tienda.
Crespo asocia estos resultados con el Mundial de Fútbol, pues su tienda no vende productos que usualmente se asocian a esta actividad, a excepción de las camisetas con motivos de fútbol.
Incluso, confirmó que agotaron la existencia de tela roja que tenían para hacer camisetas, producto del que sí reportan ventas considerables. Por ejemplo, el pasado 30 de junio la tienda recibió 260 unidades y a las 3 de la tarde ya se habían agotado.
Para el empresario, será después del Mundial cuando logren determinar si el consumidor tiene mejores condiciones económicas y quiere consumir más.
Mesalles reconoció que hay factores que pueden frenar el aumento del optimismo, el desempleo y la inflación.
Este último indicador alcanzó en junio pasado la variación acumulada de 4,14%, porcentaje que acerca al límite superior de la meta establecida por el Banco Central de Costa Rica a inicio del 2014, a saber, de 5%.
El efecto de un tipo de cambio más alto que traslada el encarecimiento a los precios de bienes importados y el aumento de bienes regulados como los combustibles han acelerado el aumento de la inflación.
Según Mesalles, otros factores importantes como el déficit fiscal creciente y el aumento de las tasas de interés son elementos que terminan por deteriorar o afectar negativamente las condiciones económicas de las personas y, por lo tanto, traen abajo su confianza.
En años anteriores, el ICC tiende a caer en los primeros meses del segundo semestre, pero noviembre y diciembre se han caracterizado por levantar el indicador, aunque en los últimos dos ha sido insuficiente para llevarlo a niveles de confianza.