Según el economista Jorge Guardia, la baja inflación en Costa Rica de los últimos meses permite que aún exista margen para que disminuyan las tasas de interés.
Para Guardia, las tasas de interés reales (las que descuentan la inflación) aún son relativamente altas, razón por la que considera que los bancos tienen margen para hacer ajustes en las tasas nominales (las anunciadas).
El economista y expresidente del Banco Central brindó este 2 de diciembre en una conferencia de prensa en el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) acerca de las condiciones económicas nacionales e internacionales.
Con intereses reales altos, se corre el riesgo de que con el tiempo se desestimule la demanda de crédito y se produzca poco crecimiento en la economía, explicó Guardia.
Agregó que esta posibilidad de mayor margen para el descenso se reforzaría si el Banco Central ajusta en enero próximo la meta de inflación y la baja de 4% a 3%.
Por su parte, Juan Carlos Corrales, gerente general del BNCR, insistió en que las tasas de interés de la entidad han bajado 3,77 puntos porcentuales en promedio a lo largo de este año.
Insistió en que para la entidad es difícil lograr ese margen para reducir aún más los rendimientos, pues esos indicadores dependen del costo del fondeo del bancos, de las líneas de crédito que obtenga, de las regulaciones como el encaje mínimo legal, del costo administrativo y de la ganancia esperada por la entidad.
Corrales no suscribió plenamente las aseveraciones de Guardia e, incluso, dijo que ya el BNCR ofrece tasas históricamente bajas.
Guardia advirtió que una reducción de rendimientos podría ser más duradera y sostenible si eventualmente se solucionara el problema del déficit fiscal. Si eso ocurre, junto con una inflación baja, la Tasa Básica Pasiva podría llegar a un 4%.
"Reducciones mayores de las tasas activas requerirán reformas administrativas (salarios, planilla) y reformas legales (cargas a las utilidades)", detalló.
Entre las proyecciones para el 2016, el especialista enlistó un crecimiento del Producto Interno Bruto aproximado al 4%, un nivel de desempleo del 9%, la variación de la inflación cercana al 2%, variaciones en el tipo de cambio no mayores al 2% y reducciones en las tasas nominales del 2% y en las reales del 1%.