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Vladimir Putin, presidente de Rusia, visitó el Instituto de Investigación en Ingeniería y Mecánica de Precisión en Klimovsk cerca de Moscú. El mandatario criticó la influencia de los factores políticos en los principios que rigen la economía internacional. (AP para EF)
El Gobierno ruso anunció hoy un plan anticrisis de 18.000 millones de euros para hacer frente a la contracción de la economía, lastrada por las sanciones de Occidente y la caída de los precios del petróleo.
La decisión fue adoptada durante una reunión presidida por el presidente ruso, Vladímir Putin, quien garantizó que las medidas anticrisis no afectarán a las promesas de bienestar social.
"Quiero recordar que ésta no es la primera situación de esta clase que vivimos. Ya lo vivimos en 2008 y 2009. Entonces, la crisis también vino de fuera. Comenzó con el desplome del sistema de hipotecas de Estados Unidos", recordó Putin, según recogen las agencias rusas.
En esta ocasión, agregó, uno de los principales factores de los actuales problemas económicos es "la situación en los mercados exteriores, en este caso de materias primas", en alusión a la caída en picado de los precios del crudo.
En relación con el impacto de las sanciones occidentales, debido a las restricciones impuestas al acceso a los mercados de deuda, recordó que en la anterior crisis Rusia tampoco recibió créditos del exterior.
"Poco han cambiado las cosas", destacó el líder ruso, quien criticó la influencia de los factores políticos en los principios que rigen la economía internacional.
Con todo, aseguró que Rusia no se verá abocada al aislamiento y seguirá siendo "parte inalienable de la economía mundial."
Putin prometió que las medidas anticrisis no impedirán el cumplimiento de las promesas sociales -salarios y pensiones- y que tampoco irán en contra de las reglas de mercado, en alusión a los temores sobre una posible intervención estatal.
El viceprimer ministro ruso Igor Shuválov explicó que parte de los fondos anticrisis provendrán del Fondo Nacional de Bienestar, creado la pasada década cuando los precios del crudo rebasaban los $100 por barril para afrontar posibles crisis económicas.
En esta ocasión, el dinero se dedicará a sanear la banca, apoyar la industrial nacional y el sector agrícola e importar medicinas.
La economía rusa, que ya se contrajo en noviembre de 2014 un 0,5%, decrecerá varios puntos porcentuales este año, según el Gobierno y el Banco Mundial, mientras el rublo no se recuperará a corto plazo tras haber perdido el 40% de su valor en 2014.
