La Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) anunció este martes 5 de febrero una serie de medidas prudenciales que pretende crear e implementar entre los entes supervisados a partir de febrero próximo.
Entre las propuestas están la aplicación de normas de mayor rigor en el análisis de la capacidad de pago de las personas o empresas, pero con énfasis en los problemas que puede enfrentar un deudor ante el tipo de cambio en caso de tener obligaciones en dólares. Para lo anterior se realizan los denominados análisis o test de estrés.
El jerarca de Sugef, Javier Cascante, explicó que con estas pruebas se pretende identificar y medir el riesgo cambiari o de los deudores mediante diferentes escenarios adversos que pueda enfrentar, en este caso por las variaciones en el tipo de cambio. También se realizarán pruebas de estrés por otros indicadores como nivel de las tasas de interés y condiciones del entorno económico.
Los resultados de esas pruebas deberán ser incorporados en la decisión que tome la entidad financiera a la hora de dar el crédito.
La implementación de esta regulación empezará en marzo del 2013 y el plan consiste en que esté terminada en junio del 2014, momento en el que se den a conocer nuevas clasificaciones de los deudores.
Junto con esas medidas, Cascante y el presidente del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), José Luis Arce, dieron a conocer nuevos controles para la liquidez mediante verificación de calces de plazos en colones y en dólares.
También se implementarán coeficientes de liquidez como el Indicador de Cobertura de Liquidez para garantizar activos líquidos que permitan cubrir hasta 30 días de un escenario de estrés definido; el Indicador de Financiamiento Neto Estable que establece incentivos para que las entidades se financien con fuentes más estables de manera permanente.
Otra de las labores propuestas es la revisión integral de la regulación sobre la gestión del riesgo de crédito con el fin de que esté ligado a los modelos de negocio crediticio de las entidades.
Según Cascante, todas estás políticas pretenden eliminar los riesgos que producen los ciclos de expansión crediticia, cuando usualmente se relajan los estándares de otorgamiento de crédito y que posteriormente ocasionan pérdidas en las fase recesiva del ciclo.
"El sistema financiero costarricense es sólido y estable, pero esto no implica dormirse en los laureles, es necesario estar atentos, preparados y corresponde a la política pública crear los incentivos que tanto los intermediarios, como los consumidores de servicios financieros, sean conscientes de los riesgos a los que se exponen", agregó Arce.