Aseguradoras cuentan con suficiente capital para cubrir riesgos inesperados

La mayoría de compañías de seguros del país posee un nivel de solvencia fuerte, lo que significa que tienen el capital para hacer frente a imprevistos que surjan, sin afectar a los consumidores.

La fortaleza financiera de estas firmas es medida desde el año pasado por la Superintendencia General de Seguros (Sugese), entidad que ya dio a conocer los primeros resultados.

La evaluación se hace mediante el Índice de Suficiencia de Capital (ISC), que establece categorías para definir en nivel de respaldo que posee la empresa.

Este indicador mide la capacidad de la empresa para cubrir las pérdidas no esperadas. En el estudio no es relevante el monto del capital, sino si es suficiente para defenderse ante los riesgos imprevistos.

Los rangos de este índice cambiaron en el 2014, con la llegada del Acuerdo Sugese 2-13 del reglamento sobre la solvencia de entidades de seguros y reaseguros.

La resolución estableció cuatro niveles: débil (menor a 1), baja (entre 1 y 1,3), moderada (entre 1,3 y 1,5) y fuerte (mayor a 1,5). Anteriormente, el índice tenía un nivel máximo al ubicarse en igual o mayor a 1.

La metodología utiliza el capital base (patrimonio neto) y lo divide entre los requerimientos de capital de solvencia (riesgos previstos y no esperados).

En esta ocasión, la mayoría de aseguradoras obtuvo un puntaje mayor a 1,5, lo que las ubica en la categoría “fuerte”, con excepción de Mapfre que obtuvo una nota de 1,17 posicionándose en “baja”.

Se intentó conocer la posición de Mapfre, pero no fue posible obtener una respuesta al cierre de edición.

Según Tomás Soley, superintendente de Seguros, ubicarse en un nivel bajo no implica que la compañía esté en peligro, sino que no cumple con el nivel ideal de patrimonio adicional para cubrir riesgos no esperados. Lo idóneo es que toda aseguradora esté por encima del 1,3.

Una medida con apoyo

Este nuevo indicador es parte del nuevo esquema de supervisión basada en riesgos, a manos de la Sugese.

Un análisis de Fitch Ratings, de setiembre del 2014, ubicó a Costa Rica en la lista de naciones que más avanzan en la regulación basada en riesgos, al lado de Perú y Colombia.

Las aseguradoras ven con agrado los nuevos rangos, pues consideran que, de acuerdo con esta medición, el mercado de seguros puede fortalecerse.

Según Rosa María Morales, gerente de Quálitas, es una medida de protección para los consumidores, que obliga a la administración a estar comprometida con la operación para hacerla rentable.

La Superintendencia tomará acciones de acuerdo con el nivel en que se ubiquen las empresas; cuanto mayor sea su fortaleza, menor será el seguimiento adicional que ejercerá el regulador.

Si la entidad posee un puntaje bajo, se acercará para tomar medidas preventivas. Entre estas acciones podría solicitarles que disminuyan su nivel al realizar nuevas inversiones y operaciones de reaseguro.

Si esto sucede, deberá tomar medidas tales como inyectar capital o evitar negocios mientras se estabiliza, explicó Soley.

La inyección de capital dependerá del nivel de riesgos, el volumen de operaciones y el tipo de negocios de la empresa.

En términos generales, cuando una aseguradora reduce su suficiencia, la ley otorga un periodo de 40 días hábiles (a partir del día siguiente al que se presentó el índice a la aseguradora) para que regrese a su rango habitual.

No obstante, altos niveles del índice tampoco significan más fortaleza, debido a que cuando una aseguradora ingresa al mercado su capital es suficiente para respaldar su operación, pero al iniciar la suscripción de pólizas, aumentar sus inversiones, ese patrimonio se ve disminuido.

Esto explica los altos resultados de algunas aseguradoras que apenas inician su operación, caso de Seguros Lafise o Seguros Bolívar, por ejemplo.

“Un índice por ejemplo de 3, no significa necesariamente que es el doble de fuerte del que tiene el 1,5”, dijo Douglas Castro, vicepresidente de la firma Oceánica de Seguros.