Las autoridades hondureñas centran su atención en la política fiscal, pero con magros resultados en la economía.
No solo se trata de un déficit fiscal superior al -4,7% del PIB (Producto Interno Bruto), sino de una carrera de endeudamiento interno y una reducida inversión pública. Todo esto se agrava con un elevado gasto corriente y el alto costo en el pago de la deuda interna que se ofrece en el sistema financiero local.
“Estos problemas siguen sin solventarse y por eso el FMI se ha alejado de la firma de un nuevo acuerdo”, señala Raf Flores economista del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh). Para este analista la tendencia económica camina por la devaluación acelerada de la moneda y por un proceso inflacionario.
Ante esta serie de señalamientos, Julio Raudales, secretario de Planificación y Cooperación (Seplan), dijo que trabajan en un plan de emergencia que “equilibrará la macroeconomía del país para que el nuevo gobierno reciba mejores condiciones financieras que las que nosotros recibimos”.
El funcionario argumenta que la mayor contratación de la deuda interna se efectuó en el 2009 y que ellos recibieron un histórico déficit fiscal de -6,1% del PIB, por efectos del Golpe de Estado.
Como medidas preliminares se aprobó una reducción de salarios de los funcionarios con salarios por arriba de los $2.530, se nombró una junta interventora del ente recaudador de impuestos (Dirección Ejecutiva de Ingresos) y se ordenó una reducción en los gastos generales del Gobierno.
Problemas inmediatos
Para el subcoordinador del Fosdeh, Raf Flores, se requieren más medidas. La deuda interna supera los $2.500 millones con $253 millones en servicio anual.
El problema se agudiza porque de manera reciente el Banco Central elevó su tasa de política monetaria a un 7% de interés.
Según dice Flores se acelerará el proceso devaluativo del lempira frente al dólar, que permite vender a mayor precio la divisa y utilizar el porcentaje restante para financiar sus operaciones.
El Banco Central emitió letras de cambio para restarle liquidez a la economía y que, por lo tanto, –al existir menos circulante– se evite una espiral inflacionaria. Sin embargo, al registrarse menos recursos en el sistema se presiona para que las tasas de interés vayan hacia el alza.
Para el Fosdeh, las medidas del Gobierno se dirigen a captar recursos para destinarlos al gasto corriente y no para inversión pública. La estructura productiva carece de la capacidad para atender esas demandas y esos se refleja en un aumento de las importaciones que está reduciendo las reservas internacionales netas.
Riesgo financiero
Para la presidenta del Banco Central, María Elena Mondragón, la emisión de bonos es controlable y representa el 10% de los activos de la banca privada hondureña.
Para la funcionaria, la economía local resiente el impacto generado por las dos recientes crisis financieras internacionales manifestadas por una menor demanda de las materias primas, un menor flujo de capitales y un alza de los productos importados.
Mondragón dijo que es necesario que en el país se desarrollen consensos que eviten la indisciplina fiscal que eleva el gasto público. Para reducir el déficit fiscal, se debe elevar los ingresos y disminuir la evasión fiscal.