El crecimiento económico mejoró en el primer trimestre en EEUU , pero las cifras de la demanda interna, el talón de Aquiles de la reactivación, siguen sin mejorar, según datos oficiales divulgados este viernes.
El Producto Interno Bruto del país aumentó un 2,5% en proyección anual de enero a marzo, informó el Departamento de Comercio, en tanto que el promedio de estimaciones de los economistas esperaba una aceleración más fuerte del crecimiento, a 2,8%.
En el cuarto trimestre del año pasado, el PIB estadounidense aumentó oficialmente 0,4%.
Esta mejoría en el ritmo de crecimiento de la mayor economía mundial resulta de un crecimiento de la producción en stock en manos de empresas privadas. También de un "incremento del consumo de los hogares, una mejora de las exportaciones y una baja del gasto público menor" que el trimestre anterior "cuyos efectos se vieron en parte neutralizados por una mejoría en las importaciones y una baja en la inversión privada, sin contar vivienda", señaló el gobierno.
El Departamento de Comercio precisó que el consumo de los hogares registró durante los primeros meses del año su avance más fuerte en dos años (3,2% en proyección anual). Solo este componente representa 2,2 puntos de crecimiento del PIB, incluso en un contexto de descenso del ingreso real de los estadounidenses, que cayó 5,3% debido al aumento de las cargas sociales.
Sin embargo, la demanda interna final en su conjunto para los productos estadounidenses no siguió la misma evolución que el consumo privado, y solo creció 1,5% cuando en el otoño boreal se había expandido 1,9%. Este resultado se debe en buena medida a los recortes del gasto público.
Según las cifras del gobierno, la inversión privada sin considerar vivienda registró una desaceleración de 13,2% en su ritmo de crecimiento, que quedó en 2,1% en el primer trimestre del año. El alza de la inversión en vivienda también se desaceleró, pero siguió creciendo a una tasa robusta, de 12,6%.
A su vez, las importaciones crecieron más rápido que las exportaciones, y por ello el comercio exterior hizo perder 0,5 puntos al crecimiento del país en el primer trimestre. Es apenas un poco menos (0,8 puntos del PIB) de lo que afectó el recorte de 4,1% del gasto público en el período.
La debilidad persistente de la demanda interior debería sostener el programa de estímulo económico de la Reserva Federal, de tasas ultrabajas y fuertes compras de bonos del Tesoro.
Muchos economistas consideran que la economía comenzó a desacelerarse desde el mes de marzo y que la tasa de crecimiento del segundo trimestre debería ser mucho menor ya que los hogares comienzan a adaptarse a la nueva realidad fiscal y la presión sobre el gasto público crece desde que entraron en vigor en marzo duros recortes fiscales que se prolongarán en el tiempo.